La pornografía no debe ser el manual de las relaciones sexuales de nuestros hijos. Según el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la SI (ONTSI), el uso de ordenador entre los menores está muy extendido (92,4 %), y más aún el uso de Internet (95,1 %). En cuanto al móvil, siete de cada diez (69,8%) niños/as entre 10 y 15 años dispone de teléfono móvil, según el Instituto Nacional de Estadística.
El uso cada vez más temprano a dispositivos electrónicos por parte de población infantil favorece que niños y adolescentes accedan a todo tipo de contenido online, incluyendo el potencialmente perjudicial como las páginas de contenido pornográfico. Si los padres no hablan de sexo con los hijos y dejan que la pornografía online sea su escuela sobre sexo, los expertos señalan que estos menores pueden acabar enganchados al porno, tener una visión distorsionada del sexo que le impedirá en su vida adulta tener relaciones sanas, además de influir en el concepto machista sobre la mujer como objeto de uso para satisfacción del hombre.
De las 2.549 personas condenadas en 2017 por delitos sexuales, 269 eran menores de edad, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra supone que un 11% de los condenados en España por delitos sexuales en 2017 no llegaban a los 18 años, que los 332 delitos de esta naturaleza, 107 de abuso sexual y 103 de agresión sexual, incluyendo 5 violaciones. El 99,6 de estos fueron cometidos por chicos.
Por eso la Fundación ANAR da una serie de consejos para evitar que los hij@s acaben siendo unos adictos a la pornografía: