Kiril Tereshin contó hace unos meses en la red social rusa VKontakte que le dolían los brazos, que su temperatura corporal seguía siendo alta y, que además, existía el riesgo de que tuviesen que amputarle las extremidades superiores.
Ahora, tras unas semanas, el joven ha vuelto a la red para comunicar a sus seguidores que ya no puede soportar los dolores que tiene y que quiere morir.
"Me aplico hielo durante una hora y tomo medicinas tres veces al día", ha afirmado. Según explica si no se recupera tendrán que amputarle los brazos.
Kiril Tereshin se hizo famoso en los medios y en las redes sociales tras inyectarse en sus brazos una mezcla casera de aceite de oliva, alcohol bencílico y lidocaína, lo que aumentó el diámetro de sus bíceps a 58 centímetros.