Salvado 'in extremis'. Un Policía de la Comisaría de Perth, en Australia, ha logrado reanimar a un bebé de ocho meses que estuvo a punto de morir atragantado. Los padres irrumpieron la pasada Nochebuena en la comisaría pidiendo ayuda ante la inminente asfixia del pequeño.
El sargento Jason Lee actuó con rapidez poniendo bocabajo al bebé y sacudiéndolo y dando palmadas en la espalda hasta que comenzó a respirar. Antes había sacado el alimento que obstruía la garganta del niño. El agente empleó dos minutos en salvarle la vida al bebé ante la desesperación de los padres. Su preparación le permitió evitar la tragedia, según las redes sociales de la Policía de Perth.
Luego, el sargente le devuelve el bebé a sus padres que respiran aliviados cuando su hijo se recupera. Lee luego le muestra a la pareja el método adecuado para salvar a los niños que se están ahogando explicándole cómo sostenerlo con una mano, bocabajo, según el método que recomienda la Cruz Roja.