El valor y la rapidez de este policía ruso fue decisivo para salvar la vida de un bebé, que estaba a punto de ser lanzado por su padre al vacío desde una ventana.
El agente reacciona a riesgo de su propia vida y se sube por la fachada del edificio hasta alcanzar el piso, donde estaba a punto de ocurrir la tragedia.
Después de unos minutos de tensión, el policía logró arrebatarle al bebé y dejar todo en un gran susto.