La oficial ayudante de la policía de Chubut, Argentina, Mónica Quijón no se podía haber imaginado lo que le pasó la noche del pasado sábado 17 de junio cuando estaba en su puesto de trabajo.
Ese día, un hombre llegó a la comisaría donde Mónica trabaja con su bebé ya que quería denunciar que la madre de ésta no quería hacerse cargo de la pequeña. ¿El problema? La bebé llevaba más de seis horas sin comer y no paraba de llorar, tal y como explica Clarín.
Por ello, Mónica, que es madre de otro bebé de 11 meses, supo que lo que le pasaba a la pequeña es que tenía hambre. Así, la oficial ayudante de policía propuso al padre y a la hermana de este, que le acompañaba, darle el pecho al bebé. Y aunque al principio fueron reticentes a la idea, aceptaron.
“Sin duda alguna la dejaron en mis brazos para que pudiera ser amamantada por mí. En ese momento, la niña automáticamente se calma y comienza a alimentarse”, escribió la policía en el informe que realizó posteriormente sobre los hechos.
Finalmente, la pequeña estuvo casi dos horas alimentándose hasta que se quedó dormida. La historia ha salido a la luz porque la Jefatura de Policía de la Provincia del Chubut lo ha compartido a través de sus redes sociales.