La pasada semana, las calles de Valencia vivieron una situación propia de una película. Un coche patrulla de la Policía Nacional escoltando a un coche por que que asomaba un pañuelo blanco a través de la ventanilla. Sonia Martínez se puso de parto en casa, los dolores anunciaban un parto repentino y en cuanto llegó su marido vicente cogieron el coche y fueron camino del hospital a toda velocidad y saltándose los semáforos que se ponían a su paso.
Fue entonces cuando una patrulla de la Policía Nacional se les puso al lado, Vicente, que esperaba alguna reprimenda les dijo que iban de parto y los agentes no dudaron en hacerles de escolta para llegar a tiempo a hospital. Pusieron las luces de emergencia y le dijeron que los siguiera, apartaron el tráfico de hora punta y circularon por carriles de autobús para finalmente, llegar a tiempo tal y como recoge el medio local Las Provincias.
Los padres aseguran que "si no es por ellos, el niño nace en el coche, llegamos al hospital a las 11.30 horas y a las 12.05 el bebé ya estaba fuera". El pequeño Lucas nació con 3 kilos y en perfecto estado de salud. Los padres lamentaban haberse despedido de los agentes con demasiada prisa y sin haberles agradecido su hazaña lo suficiente, pero el pasado viernes la patrulla acudió a su casa y los agentes conocieron al pequeño.