Durante la Semana Santa todas las comunidades autónomas permanecen cerradas perimetralmente quedando así prohibida la entrada de ciudadanos de otras ciudades españolas. De esta manera, el Gobierno y las comunidades autónomas están intentando frenar la propagación del virus y evitar así una cuarta ola que cada vez está más presente.
Sin embargo, no todo el mundo cumple con estas normas y con estos cierres perimetrales. Uno de ellos ha sido Leopoldo López. Según ha informado 'La Voz de Galicia', el líder antichavista ha sido sorprendido y multado por la Policía Local en una terraza de Cambados, municipio de Pontevedra.
Al parecer y según ha podido confirmar el medio de comunicación, el venezolano se encuentra viviendo en estos momentos en Madrid. "Tras su paso por prisión, la reclusión domiciliaria y su refugio en la embajada de España en Caracas, el político venezolano vive en Madrid desde octubre", apunta el periódico gallego.
En el control rutinario que realizaron los agentes de la Policía Local encontraron a Leopoldo López, a su mujer, a otra pareja más y a varios menores sentados en una terraza de Cambados tomando algo.
Cuando los policías les pidieron a cada uno de ellos la documentación para comprobar dónde vivía, las dos parejas entregaron varios papeles justificando su estancia en Galicia. Al comprobar que el político venezolano no residía en la comunidad gallega, los agentes procedieron a instruir un expediente al considerar que estos justificantes no probaban ningún permiso para permanecer en Galicia.
Mientras Leopoldo López se salta las restricciones como la del cierre perimetral, otros turistas llegan a España cumpliendo con la norma que permite el actual estado de alarma. Ahora, los que disfrutan del sol en las playas españolas, de momento, son los de siempre. Por ejemplo, en Valencia no se percibe la presencia de ciudadanos de otras comunidades. No obstante, siempre hay alguna excepción pero cuesta encontrarlos. Subiendo por la costa, hacia Cataluña, los ciudadanos constatan que no hay presencia d españoles pero sí de ciudadanos franceses.
En Santiago de Compostela sí que se ha producido alguna excepción como la de algún estudiante universitario que reconocen que han viajado desde Barcelona para ver a sus parejas. Hay que destacar que lo suyo es un caso aislado entre una mayoría que está cumpliendo con la norma.