El agente se baja del coche y se acerca a los jóvenes que, según las llamadas de los vecinos, “hacen mucho ruido”. Lejos de pedirles que parasen de jugar y se fuesen a otro lado decidió unirse a ellos. “¿Podéis creer que alguien ha llamado quejándose de unos chicos que están jugando al baloncesto en la calle?”, les dijo y acto seguido se puso a jugar con ellos, tal y como recoge ‘Buzzfeed’.
Además, intentó hacerles ver que quizás estaban siendo un poco molestos pero que podían jugar si moderaban si moderaban el ruido que hacían. “Obviamente no tengo ningún problema en que juguéis al baloncesto en la calle. Solo intentad no hacer mucho ruido. Pero pasadlo bien. Prefiero veros así que causando problemas”, les explicó.
El agente ha defendido su actuación, ya que considera que la gente no entiende que los niños sean niños. Además, ha subrayado que se les motive para realizar actividades que no estén relacionadas con el crimen, y ellos “solo se lo estaban pasando bien, ha subrayado.