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La dirección de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València se ha reunido este domingo para evaluar los daños del incendio ocurrido este sábado en las cocheras de Sant Isidre, mientras la policía científica investiga las causas del incidente.
El concejal de Movilidad Sostenible y presidente de EMT, Giuseppe Grezzi, y la directora gerente, Marta Serrano, se han reunido con personal del área técnica y de operaciones para analizar el impacto del fuego, que se originó en un autobús de veinte años de antigüedad que se encontraba estacionado en las cocheras. Este vehículo había pasado la ITV el pasado 19 de noviembre, ha informado la compañía en un comunicado.
Este autobús formaba parte de la flota "envejecida" que "desde hace cinco años se está renovando con la compra de nuevos vehículos menos contaminantes". De hecho, estaba prevista su retirada con la llegada de los 164 nuevos autobuses híbridos que se están incorporando este año y el próximo.
Según ha señalado la EMT, el fuego originado en el primer autobús se propagó a otros vehículos que se encontraban estacionados, y afectó completamente a 16 vehículos y parcialmente a otros 10, que podrán ser reparados. Todos los autobuses afectados por el incendio tenían más de 15 años de antigüedad, excepto uno que tenía 10 años.
Este mismo sábado la EMT ha dado parte a la compañía aseguradora y los peritos se desplazaron a la cochera a iniciar las actuaciones necesarias para la cobertura de los daños y para efectuar las reparaciones necesarias "a la mayor brevedad posible".
En este sentido, Grezzi ha subrayado que las valoraciones económicas que se están haciendo por parte de la oposición "no responden con la realidad". "Hay que tener en cuenta que se trata de autobuses que tienen una edad avanzada y su valor no es el mismo que cuando se compraron. Por ejemplo, el valor de un coche cuando se compra es diferente al que tiene a los quince años con 200.000 kilómetros hechos", ha señalado.
El responsable municipal ha apuntado que "lo mismo ocurre con estos autobuses afectados, a los que ya se les había planificado su retirada tras una 'fotracà' de kilómetros", ha manifestado Grezzi, quien ha informado a la oposición del incidente.
El edil ha defendido que "la buena gestión ha permitido que el servicio que presta EMT haya funcionado con normalidad y no se haya visto afectado por el incidente" y ha puesto en valor que la dirección de la empresa "sigue trabajando para planificar el servicio y evitar en todo momento que este accidente afecte a las personas usuarias".
Asimismo, este domingo se ha realizado una revisión completa del sistema de comunicaciones wifi en San Isidro, que permite el tráfico de datos entre los autobuses de la flota y los servidores de EMT. Los técnicos han verificando que todo funciona correctamente, a excepción de las antenas de la zona del incendio. Para asegurar la cobertura, se han instalado dos puntos extras nuevos.
Según la compañía, la "rápida" intervención de los equipos de emergencia y las medidas de seguridad en las instalaciones de EMT permitió controlar el incendio "sin que afectara a ninguna persona". En su actuación, los bomberos utilizaron las Boca de Incendio Equipada de EMT para sofocar el fuego. En octubre, se pasó la última inspección trimestral del sistema antiincendios.
Tras decretarse el fuego, el alcalde de València, Joan Ribó, y el presidente de la entidad se trasladaron "de inmediato" a las instalaciones para conocer los daños del incendio. Además, miembros de la plantilla de EMT se trasladaron de forma voluntaria a las cocheras para participar en el traslado de los autobuses y garantizar así el funcionamiento del servicio que presta la entidad a la ciudadanía. El presidente de EMT ha agradecido esta acción voluntaria de los trabajadores y trabajadoras, que "demuestran su compromiso con el servicio público".