Atención a la nueva oleada de secuestros virtuales en nuestro país. En realidad, el familiar nunca ha estado en manos de los delincuentes que piden a cambio un rescate para su liberación. Ante la desesperación por la llamada, muchos deciden pagar y no avisar a la policía.
Un hombre cayó en la trampa de los secuestradores virtuales, le llamaron haciéndole creen que tenían retenido a su hijo. La víctima había enviado 600 euros a los falsos secuestradores y fueron los agentes de la Policía Nacional quienes paralizaron ese pago.
El contarlo a la policía fue determinante, pero no muchos lo hacen, como las otras cuatro víctimas sevillanas de esta nueva oleada de falsos secuestros. Pagaron 2.300 tras recibir una llamada en la que una persona pide auxilio: "Habla con ellos, quieren dinero…por favor, no me hagan daño…"
Eligen un teléfono al azar, pero al dar con la persona indicada, surte efecto. Lo más importante es comunicarlo a la Policía Nacional a través del 091 y comunicar los hechos. Es la manera de no caer en la trampa.