Reconozcámoslo, nos gustan las tablas. Nos ayudan a memorizar preceptos morales, posiciones corporales o cuestiones matemáticas, Tenemos las tablas de la ley, las gimnásticas, las de multiplicar. Pero hay muchas más tablas, y una de ellas nos va a ser muy útil este verano post pandemia. Hablamos de la tabla de mareas.
"El otro día, hablando con otros colegas decía: mira, uno de los libros de lectura más recomendable para este verano, sería la tabla de mareas", afirma el oceanógrafo gaditano Javier Benavente. "Es una predicción exacta, usando datos astronómicos, fundamentalmente las posiciones de la luna y el sol, de las horas a las que se van a producir la pleamar y bajamar en cada punto de la costa, y del rango -la diferencia de altura de las aguas- entre una y otra."
En el Mediterráneo, un mar interior y con un volumen de agua muy inferior al de los océanos, la atracción de esos dos cuerpos celestes resulta casi inapreciable. El resultado es que a cualquier hora del día, dispondremos de la misma extensión de arena para el baño. La cosa cambia, y mucho, en las costas atlánticas.
"En zonas como Cádiz o Huelva, o las costas del norte de España, el rango de marea puede superar los tres metros", explica Javier Benavente. "Y claro, esos tres metros de diferencia entre la bajamar y la pleamar, pueden suponer decenas de metros de anchura de playa perdidos".
A menos playa, menos aforo, y es aquí donde echarle un vistazo a la tabla de mareas, antes de ponernos en marcha hacia nuestra playa, puede marcar la diferencia.
"Se puede consultar la tabla del Instituto Hidrográfico de la Marina, que es la oficial, pero hay un montón de sitios en internet para hacerlo", recomienda el oceanógrafo gaditano. "Aquí en Cádiz, por ejemplo, si vamos en pleamar nos encontraremos con una playa que no supera los cuarenta metros de ancho, con una concentración de personas mucho mayor que en la bajamar, donde podemos tener una playa con una anchura de más de doscientos metros".
Si la hora elegida es importante, también lo es observar lo que se llama coeficiente de marea, que nos indica la fuerza con la que subirá el mar. Varía entre 20 y 120. Cuanto mayor sea más subirán las aguas. Sabiendo todo eso, y tabla en mano, podemos calcular nuestra mejor opción para no apelotonarnos en la arena.
"Día de diario, dos o tres horas antes de la bajamar, y con coeficiente de marea bajo", apunta Benavente. "De esa forma cada vez tendremos más espacio, y podremos estar más horas en la playa".
O evitar la tormenta perfecta: "Fin de semana, pleamar rondando el mediodía, y coeficiente de marea alto. Nos vamos a encontrar con poca playa y mucha gente", explica Javier Benavente.
Y eso, precisamente, es lo que ocurrió en la playa de Santa María del Mar de Cádiz el pasado domingo. Festivo, pleamar a las cinco de la tarde, y coeficiente de marea de 80. Resultado: la policía tuvo que cerrar la playa.