Manual del perfecto bañista
En lo que llevamos de año, un total de 140 personas han perdido la vida ahogadas, según el Informe Nacional de Ahogamientos. Entre 2015 y 2016, murieron 452. Unas cifras que ponen los pelos de punta y que son obviadas por la mayoría de los turistas. “¿Tantas muertes? La verdad que no tenía ni idea”, se sorprende Carlos Ramírez antes de entrar a bucear en la playa de Aguadulce, en Almería. Diez metros más allá, sentados en unas sillas en la orilla, se encuentra una pareja que aclara que “hay mucha inconsciencia. Los jóvenes y, sobre todo, los que no son de la zona no respetan el mar. Se bañan cuando la corriente es peligrosa, saltan desde las rocas o se van nadando más allá de las boyas”.
En este sentido, desde Cruz Roja son tajantes: “Los bañistas deben seguir las indicaciones y recomendaciones de los propios socorristas en todo momento, así como cumplir las normas fijadas en los carteles de la costa”. Desde la organización se trabaja para mejorar la seguridad de los turistas en la playa, aunque no pueden controlar que todas las personas “sean prudentes y no reten a la seguridad”.