Los pisos colmena llegan a Madrid sin licencia para funcionar: "Cada vez que nos cierren una, abrimos otra"

  • En Cataluña se han estrellado contra la normativa de urbanismo de los Ayuntamientos que prohibió su actividad

Los pisos colmena llegaron a Barcelona en medio de la escalada imposible del precio de los alquileres y la avasalladora política de Airbn. Se estrellaron contra la normativa urbanística de los ayuntamientos catalanes y ahora Haibu 4.0, la empresa que asegura construir "viviendas sostenibles".

El defensor de los pisos nicho sigue desafiando a las administraciones. Ahora lo intenta en Madrid. Por el momento se llevan su primer 'No'. Ahora desde Haibu 4.0 nos asegura por correo electrónico que seguirán adelante. "Tenemos dos planes, tramitar las licencias para las casas oficiales, pueden tardar de 4 a 6 meses, y abrir las Colmenas ilegales en tan solo 15 días, cada vez que nos cierren una , abrimos otra."

Las casas colmena son una herramienta para que la población pueda ahorrar y disponer de ahorros, esto al gobierno no le interesa, prefiere tener a la población en bancarrota para poder controlarla, asegura Marc Olivé, el hombre que está detrás de este proyecto

"Se cerraron; Haibu intentó "abrir los pisos colmenas aquí, pero "no cumplen la normativa urbanística ni vivienda, ni hotelera". La copla la han repetido en varios ayuntamientos catalanes, Cornella, Barcelona, Hospitalet, donde a pesar de que los pisos-nichos estan precintados en un caso y prohibidos en todos, se pueden reservar en la web de la empresa.

Estas decisiones de prohibir un proyecto que sus creadores defienden como "un concepto de vida nuevo" responden al bloqueo deliberado de los políticos. Se sienten víctimas de los Ayuntamientos, en una "lista negra" al "no pagar sobornos".

"Los políticos están bloqueando deliberadamente nuestro proyecto, porque no les interesa que salga a la luz, ellos saben que es legal y que la población se les tirará encima cuando vean que el ayuntamiento podría hacer miles de pisos colmena y no quieren."

"Deducimos por nuestra experiencia, que al no pagar sobornos ni aceptar a consejeros corporativos puestos por partidos políticos para tapar los sobornos, hemos pasado directamente a la lista negra", asegura Marc Olivé, el empresario detrás de este proyecto.

Sergio García, de Entrepatios, una cooperativa de vivienda en derecho de uso ubicada en Madrid cuyos objetivos sí se corresponden con una idea de cambiar el concepto de vivienda, generando comunidad hacia dentro y hacia fuera del edificio (espacios comunes, implicación en el barrio), y provocando en el camino el menor impacto ecológico posible (certificación passive house, autoproducción de energía...) siempre intentando evitar especular, no considera en modo alguno que este tipo de pisos colmena responda a un concepto de vida nuevo.

Al contrario, creen que estamos ante una retórica vacía que vende como sostenible lo que son infraviviendas que no resultan tan baratas como se hace creer. "La relación entre metros cuadrados y precio indica que son bastante más caras que las demás. Además, venden la necesidad como virtud, creando unos espacios comunes que no son buscados por sus habitantes precarizados (que lo que quieren es pagar poco, no compartir espacios) como forma de rentabilizar más los metros cuadrados", explican.

En su opinión, estamos ante un "negocio especulativo que se aprovecha de la situación de vulnerabilidad y exclusión residencial que sufre buena parte de la ciudadanía", que ve cómo "nuevos fondos y empresas buitre están acaparando sin apenas obstáculos la propiedad y la explotación de viviendas".

Una decena de pisos en Madrid, pese al portazo del Ayuntamiento

En Madrid ya han construido una decena de pisos cápsula o "habitáculo" de apenas 2,2 metros de largo por 1,2 de alto, y repiten el modus operandi: construyen sin licencia, ofrecen sus colmenas en la web sin autorización y hasta con un contador de plazas disponibles que en los ayuntamientos preguntados nos aseguran que no existen. Las reservas -aseguran- van a muy buen ritmo.

Ha sido el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por PP y Ciudadanos con el apoyo de Vox, que en la Junta de Gobierno del pasado 19 de diciembre, han cerrado las puertas a este negocio de piso ataúd, como le llaman en Hong Kong, porque en la capital, al igual que en Barcelona, no cumplen las exigencias urbanísticas, "ni como vivienda, ni hotelera".

La empresa que ha copiado el modelo de cápsula, usado para hombres en apuros, en Japón, incapaces de volver a su casa alguna noche de juerga, asegura que tiene preparados sus pisos colmenas para llenar Madrid: En zonas como Plaza de Castilla, Puerta de Toledo, San Blas, Vicálvaro, Vallecas, Avenida de América y Pozuelo, donde trabajan bajo demanda.

"Cuando llegan al 100% de reservas, se montan los habitáculos y las zonas comunes. De esta manera sabemos cuantos habitáculos hay que montar de cada modelo".

Estos pisos no tienen permiso, y advierten de que tampoco podrán tramitarlo, porque incumplen la normativa municipal que fija las condiciones mínimas de habitabilidad

"Viviendas sostenibles" o infraviviendas

En Twitter, la empresa que comercializa estos angostos aposentos lo definen como "viviendas sostenibles, nuestras Colmenas permiten vivir a las personas dignamente, y permiten ahorrar cada mes." Eso sí, no podrá ponerse en pie en su interior por la escasa altura del techo.

Los pisos colmenas son espacios que almacenan en su interior pequeños cubículos unipersonales que ofrecen baños y salón comedor comunes. Cada colmena tiene su puerta que al abrir son como una especie de armario en el que han acomodado una cama para el inquilino.

Para ser el 'privilegiado' de reservar uno de estos 'nichos', como le llaman los diferentes ayuntamientos, ponen requisitos. como son tener entre 22 y 63 años; vivir en la misma provincia donde se encuentre la colmena al menos ocho años, no tener antecedentes penales, no fumar y percibir un salario de de 450 euros al mes, como mínimo.

El edil de Vox, Pedro Fernández, ha sido la única voz discordante en el Ayuntamiento que apoyó los pisos nichos asegurando que "en Japón están perfectamente regladas", aunque aquí en occidente "choca", pero "no significa que sean soluciones indignas o que vayan en contra de la comodidad de la personas", argumentó el representante del partido de ultraderecha.

"Cuidado con invertir en algo que es ilegal"

Desde el Ayuntamiento madrileño, gobernado por PP y Cs, aseguran que estos pisos no tienen permiso, y advierten de que tampoco podrán tramitarlo, porque incumplen la normativa municipal que fija las condiciones mínimas de habitabilidad. Desde el departamento de Desarrollo Urbano, que dirige Mariano Fuentes (Cs), han anunciado a Efe que procederán a realizar una campaña de inspección urbanística para frenar este negocio. Además alertan a los vecinos: "Cuidado con invertir en algo que es ilegal".

Para Haibu, la empresa que promociona los pisos cápsulas, han señalado a Efe que el Consistorio niega la existencia de permisos por "motivos políticos". El Ayuntamiento de Madrid, por su parte, asegura que Haibu 4.0 no los ha contactado, a pesar de que ha publicado hasta un mapa de dónde está emplazando los nichos madrileños.