La bandera multicolor es el emblema que acompaña a multitud de ciudades en la celebración del Orgullo Gay, la fiesta 'pride', siendo una de las más coloridas a nivel internacional que surgió el 28 de junio de 1969, día en el que se conmemoran los disturbios de Stonewall (Nueva York, Estados Unidos), que marcaron el inicio del movimiento de liberación homosexual para comenzar a ser celebrado un año más tarde internacionalmente.
Pigmentación que también ha querido plasmar la organización a cargo del zoo ZSL en Londres (Reino Unido) mostrando en su campaña la mejor prueba de ello: una pareja de pingüinos homosexuales que convive en el interior de las instalaciones junto con 91 pingüinos más de Humboldt. La pancarta que protagoniza la imagen indica que "algunos pingüinos son homosexuales. Supérenlo", un homenaje a la reivindicación precursora "Get Over It" de Stonewall contra la intimidación.
Ronnie y Reggie, la pareja gay más peculiar del zoológico, muestra una cara más del amor entre seres vivos del mismo sexo o género: en este caso animales acuáticos. Según ha señalado el propio recinto, serán uno de los grandes invitados estrella a la Noche del Zoológico el 5 de julio donde proclamarán "un cambio de orgullo" con motivo de la reivindicación del colectivo LGTB.
Durante el evento el zoológico ofrecerá información en una charla temática sobre el género, el apareamiento y los animales del mismo sexo para concienciar sobre las distintas formas de reproducción y sexualidad en el ámbito animal, según el comunicado difundido. Un hecho repetido en otros parejas de animales del zoológico como "pandas, cabras o jirafas, entre otros", ha asegurado uno de los responsables. Entre las actividades previstas para el domingo 7 de julio con Rainbow Families, se ofrecerá un programa de narración de cuentos presentado por la artista Mama G de Petite Pantos con el lema "ama a quien quieras”.
La química entre estos dos pingüinos surgió hace ya cinco años, momento en el que tuvieron claro que permanecerían junto de por vida. Algo que motivó a la pareja a adoptar un huevo de la especie animal que otra pareja "abandonó" y por el que, desde entonces, se hicieron cargo como progenitores del pequeño Kyton; apodado por los trabajadores del centro, hasta que este terminó la etapa de crianza.