Acaban de salir del examen de español y al revisarles la ropa vean: teléfono móvil pegado a la chaqueta y pinganillo para no fallar en una sola pregunta. Estos 14 rumanos y paquistaníes pertenecen a una red dedicada a aprobar de forma fraudulenta los exámenes de español necesarios para obtener la nacionalidad. Lo primero que hacían era suplantar la identidad. Se han requisado 18 documentos falsos y dinero en efectivo. A cada uno de las personas a las que les aprobaban el examen les cobraban mil euros. La organización captaba para hacer los examen a inmigrantes con pocos recursos económicos y con un conocimiento aceptable de español. Si tenían dudas tiraban de pinganillo.