Según mejorconsalud.com, la horripilación se produce cuando los músculos lisos o involuntarios se enfrentan a un problema grave. Esto provoca que el sistema autónomo se ponga en alerta. La excitación causa contracciones musculares y enderezamiento del vello. Puesto que el pelo está situado de forma oblicua en la piel, cuando es impulsado violentamente hacia el otro lado provoca las rugosidades típicas de la ‘piel de gallina’.
Al igual que en otros animales, este mecanismo es útil para mantener el calor corporal. También aparece como reacción a un sobresalto, un susto o una situación de peligro.
Antebrazos, cuello, piernas, nuca, cabeza y cara son los lugares donde más suele darse la ‘piel de gallina’.