Este no es el primer ataque de este tipo de perro. Hace un año, una mujer perdió las dos piernas en Galicia después de un ejemplar de esta raza se abalanzase sobre ella. Por ello, algunas comunidades autónomas o incluso municipios sí lo incluyen en sus normativas.
Según fija el Real Decreto 287/2002, la lista de perros potencialmente peligrosos está formada por las razas Pitbull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffodshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu y Akita Inu. Asimismo, también se encuentran dentro los canes que cumplan una serie de características como la fuerte musculatura, el marcado carácter o el pecho macizo, ancho, grande, profundo, costillas arqueadas y lomo musculado y corto.
Este Real Decreto está realizado no para estigmatizar a los perros, sino para concienciar a sus dueños y asegurarse de que convivan con ellos teniendo todas las garantías de seguridad posibles. Por ello, en el año 2003, la Comunidad de Madrid también creo el Registro Central Informatizado de Perros Potencialmente Peligrosos, cuya inscripción es obligatoria.
Los dueños de este tipo de canes tienen que cumplir una serie de requisitos. Asimismo, la multa por llevar estos perros sin bozal puede llegar a los 750 euros y si no se dispone de licencia, se puede pagar hasta 3.000 euros.
Para obtener una licencia hay que ser mayor de edad; no haber sido condenado por delitos de homicidio, lesiones, torturas, contra la libertad o contra la integridad moral, la libertad sexual y la salud públicas; no haber sido sancionado por infracciones graves con alguna de las que se recogen en el régimen jurídico de animales potencialmente peligrosos; disponer de plena capacidad física y actitud psicológica; y acreditar tener un seguro de responsabilidad civil.
Desde el año 1991 hasta el año 2005, se produjeron 17 muertes de personas ocasionadas por ataque de perro, según recoge una investigación de la Universidad de Córdoba. Las heridas producidas por este tipo de animales son más comunes.
El pasado agosto, sin ir más lejos, un niño de cuatro años resultó herido en la cara por un perro en Castellar del Vallés, en Barcelona. En abril, un perro de raza pitbull atacó a una mujer de 31 años. En el 2017, una mujer de 40 fallecía por otro hecho similar protagonizado por un ejemplar de la misma raza y un año antes, una mujer moría en Calzada de Calatrava, Ciudad Real, después de que otro se abalanzase sobre ella.