Perros de la Unidad canina de la Policía Nacional han hallado el cuerpo del joven Pablo Sierra desaparecido en la madrugada del 2 al 3 de diciembre. Los animales, que han participado en la búsqueda del estudiante de 21 años, han localizado el cadáver gracias a su olfato natural y al adiestramiento que reciben por profesionales.
En 1945 se creó la Sección de Guías Caninos, en Madrid, pionera en el entrenamiento de perros para diferentes objetivos. En un inicio para seguir órdenes de obediencia, defensa, ataque y rastreo, que fueron ampliándose con los años y con el surgimiento de la Escuela de Adiestramiento Canino de la Policía en 1947.
Fue entonces que se ampliaron los métodos de entrenamiento hasta los actuales, más modernos y especializados que permiten sacar el máximo a las capacidades naturales de los perros, como el olfato y el oído. Los perros de la Policía son entrenados para actividades cada vez más complicadas y exigentes.
Los perros son adiestrados en función del objetivo que se persiga. Aquí se entrenan a perros de las razas de Pastor alemán, incorporándose posteriormente otras razas: Airedale terrier, Doberman Pinscher y Boxer. Los perros son capaces de la búsqueda, localización y detección de sustancias explosivas; búsqueda de drogas y armas; rescate y localización de personas ocultas; detección acelerantes de fuego, billetes y la búsqueda de restos humanos.
El cuerpo del joven desaparecido, Pablo Sierra, fue recuperado en el Pico del Guadiana, después de que un perro marcara la zona cuando rastreaban la orilla sobre una barca. Ante el ladrido del animal, las autoridades han logrado encontrar el cadáver del joven y lo han sacado del río.