Todo ocurrió por un pequeño despiste, cuando Patricia Drauch de 30 años, estaba llevando unas herramientas al garaje. Pensaba que su hijo de 14 meses se encontraba detrás de ellas, pero cuando se quiso dar cuenta no estaba allí. Patricia comenzó a buscar a su hijo Stanley y no le encontró, cuando decidió mirar en el jardín vio al pequeño flotando en la piscina con los labios morados.
En ese momento se dio cuenta que el perro de la familia, un labrador negro, mantenía la cabeza del pequeño fuera del agua y le empujaba hacia la orilla.
En declaraciones de Patricia Drauch al diario Huffington post, "creemos que si no hubieses sido por Bear, mi hijo no estaría vivo. Fue increíble ver como le llevaba el perro".
"Bear es un héroe, siempre pensé que Bear siente a los niños como sus propios hijos"
El niño recuperado, vuelve a jugar con su mejor amigo y Patricia, se siente más segura de tener un guardián para su pequeño.