"Desde que llegó al centro, uno más, que no ha mostrado ningún signo de agresividad, ninguno", apunta Teo Coslado, trabajador del centro de animales FENIXCAN. Pues fue trasladado después de atacar al matrimonio y a otras dos personas en la puerta del Centro de Salud de Colmenarejo, en Madrid.
El dueño lo tenía suelto, sin bozal, ni licencia, ni seguro, por lo que se enfrenta a una sanción. "Económicamente son en torno a los 3.000 euros por las infracciones administrativas, y luego la responsabilidad civil la que determine el juez", cuenta Jesús Ibáñez, subinspector de la Policía Local de Colmenarejo.
Unas pésimas condiciones para un animal de raza considerada peligrosa, que podría haber causado daños, mucho mayores.