Un perro es llamado para acudir como testigo a un juicio en Tenerife
El animal habría sufrido un posible maltrato físico por su anterior dueño
Una jueza ha indicado que un perro de raza pitbull asistiese a un juicio en calidad de testigo al juzgado número 1 de lo Penal en Santa Cruz de Tenerife debido al maltrato animal que supuestamente sufrió a manos de su anterior dueño. El hombre había sido acusado de haber abandonado al animal en el interior de una maleta y arrojada en un cubo de basuras.
En plena vista, la magistrada hizo una pausa para requerir la presencia de la perra de raza pitbull que había sido maltratada por el hombre que estaba siendo procesado. La jueza pidió expresamente que entrase en la sala "la testigo perjudicada, la perra Milagros", aclaraba.
Por su parte, la fiscal de Medio Ambiente de la provincia, Francisca Sánchez, ha aclarado que a pesar de que "la testigo no pudiese hablar" era necesaria su permanencia para evidenciar las pruebas que certificaban ese posible maltrato ante un médico forense y la acusación pública, ambas partes implicadas en mostrar el estado deteriorado del animal.
El acusado asume que arrojó al animal al pensar "que estaba muerta"
Debido al desplazamiento de Sergio M.J., presunto autor del maltrato animal a una hembra de raza pitbull, a una cárcel en Sevilla donde permanece en prisión preventiva desde que fue detenido por otros delitos relacionados con robo, el acusado tomó parte en la vista a través de una videoconferencia por los hechos denunciados.
En el caso de ser condenado, la fiscal ha indicado que cumplirá la totalidad de su pena sin ningún tipo de reducción. Otra de las complicaciones para celebrar la vista ha sido la cantidad sucesiva de aplazamientos que ha sufrido el juicio debido a que el acusado permanecía en paradero desconocido. No se le había podido localizar hasta el momento en el que empezó a cumplir condena por otro delito de hurto.
El supuesto autor del maltrato animal indicó a la jueza que sí había tirado al animal a la basura, pero justificó la acción aclarando que lo hizo porque pensó que "la perra estaba muerta". Los hechos transcurrieron en octubre de 2012 cuando el individuo residía en la calle Los Molinos en el norte de la isla Tinerfeña junto a la hembra de raza pitbull.
Fue gracias al descubrimiento del animal por parte de unos vecinos de la localidad que escucharon los ladridos lo que permitió que la perra evitase ser aplastada por el camión de la basura cuando volcase el contenido. Al oír diversos gruñidos procedentes de una maleta decidieron abrirla, momento en el que se encontraron con la peor de las sospechas. Al sacarla del objeto, el animal estaba en estado de 'shock'.