La performance desarrollada este lunes frente a dos espacios religiosos de Cuenca es una iniciativa del proyecto Yeguada Latinoamericana de la artista chilena Cherlil Linett, quien participa este mes de mayo en una residencia artística internacional en la antigua estación de tren de Cañada del Hoyo, donde tiene su sede La Neomudéjar, consistía a plena luz del día y en la calle, en ver a seis personas posar semidesnudas mientras les realizaban fotografías con colas de yegua en sus nalgas frente a la iglesia de la Virgen de la Luz y la Catedral de Cuenca. La acción fue disuelta por la Policía Nacional de Cuenca y ha generado gran controversia en la capital.
Yeguada Latinoamericana es un proyecto de performance que invita a "accionar a mujeres y disidencias sexuales". Así, dispone sus cuerpos en el espacio público "para subvertir la servidumbre antropocéntrica y falocrática de la sociedad, ironizando y desafiando los regímenes clasistas, patriarcales, coloniales y especistas, por medio del desacato a las más poderosas figuras del orden a través de la imaginación político-estética", según reza el Instituto Goethe de Chile.
A lo largo de su trayectoria, la yeguada, denominada hermandad artística feminista, ha protagonizado acciones como una irrupción en la Sala de la Cámara de Diputados de Chile inclinándose para mostrar sus conocidas colas de caballo para declararse abortistas. También participaron en la marcha contra la visita del papa Francisco a su país, se han enfrentado a policías y militares en marchas LGTBI+ y con coronas de flores escribieron la palabra 'Violadores' ante el monumento a los mártires de carabineros frente a la Iglesia San Francisco de Borja en Santiago de Chile.
Cheril Linett es licenciada en Teatro con mención Intérprete, de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Inició su trabajo artístico el 2015, participando en encuentros, festivales y, principalmente, realizando performance de manera independiente en espacios públicos.
Hasta ahora, ha dirigido numerosas obras, agrupadas en series de performance como Coreografía de la Succión, Poética de las Aguas, Vertiente Fúnebre y Casa.
En la mañana de ayer, 16 de mayo, en las escaleras de acceso a la catedral de Cuenca y a las puertas de la iglesia de la Virgen de la Luz se produjeron unas escenas que merecen el firme rechazo y la censura sin reservas de toda persona de buen sentido y, con mayor razón, el de tantas personas de fe, que se sienten humilladas y heridas, con razón, en sus más íntimos sentimientos.
Cuesta entender los motivos que puedan llevar a unas personas a actuar de un modo que lesiona el más elemental respeto debido a los demás, y que conculca las normas básicas de una serena convivencia ciudadana. Tales conductas producen bochorno y vergüenza ajena.
No es en modo alguno admisible confundir el derecho a tener y defender las propias convicciones con la injuria grosera y la ofensa gratuita a la fe de otras personas, con la única finalidad, además, de molestar e irritar.
Ruego a los sacerdotes y religiosos, a los consagrados y a todos los demás fieles de la diócesis, en particular a los de la ciudad de Cuenca, que desagravien al Señor y a su Ssma. Madre con el rezo del Santo Rosario en familia o en la propia parroquia, y que pidan al Señor por la conversión de los autores de los lamentables sucesos.
Cheril Linett ha explicado en la SER que comenzó con esta propuesta de performance en 2017 como una interpelación a la administración pública chilena por los abusos y violencia ejercida en este país. La propuesta ataca al colonialismo y a la religión católica, según la artista, por todas las malas acciones que ha protagonizado en nombre de Dios.