Solo en el Reino Unido, publica el Daily Mail, se estima que el sillonball provocó 70.000 muertes en 2016. Su coste tampoco es baladí, nada menos que 874 millones de euros al año. Y estas cifras son conservadoras, según los investigadores de Queen's University Belfast y Ulster University en el Journal of Epidemiology & Community Health.
No solo hablamos de dolores de espalda, o de obesidad por estar amarrado al sofá, también de una mayor probabilidad de morir de forma súbita. Estar sentados tanto tiempo afecta a nuestras hormonas, metabolismo e incluso nuestro cerebro. Sí, porque nuestro estado de ánimo cambia, podemos sufrir más riesgo de depresión y de demencia. Nuestro sistema cognitivo tampoco es inmune al sedentarismo.
Según un estudio publicado en la revista PLoS One, en cuanto a su efecto en el cerebro, las personas que permanecen sentadas durante largos períodos tienen un grosor reducido en el lóbulo temporal medio, la parte que desempeña un papel clave en la formación de nuevos recuerdos y la conciencia espacial. Ser sedentarios potencia la posibIlidad de una lista de enfermedades que todos conocemos: enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 o cáncer de pulmón.
Estar sentado de más afecta a nuestra insulina, la misma que ayuda a mantener los niveles de azúcar en la sangre dentro del rango normal al eliminar el exceso de azúcar en las células. La inactividad reduce la proporción de colesterol HDL beneficioso y provoca más colesterol LDL dañino.
Un estudio realizado en Estados Unidos en el 2017 entre 8.000 adultos, publicado en Annals of Internal Medicine, encontró que los períodos prolongados de estar sentado aumentaban el riesgo de muerte prematura independientemente de otros factores, como la cantidad de ejercicio que hacían.
Hay más datos para que no estemos todo el día en el sofá si podemos evitarlo. Un estudio publicado el año pasado en la revista JNCI Cancer Spectrum encontró que dos horas de estar sentado viendo la televisión al día se asoció con un 70% de aumento en el riesgo de cáncer colorrectal. Para mitigar el impacto negativo de estar sentado durante ocho horas al día, debe realizar más de 60 a 75 minutos de actividad intensa moderada al día, más de los 150 minutos de ejercicio moderado (como caminar a paso ligero) por semana. Las pautas se recomiendan para las personas de 19 a 64 años, según un estudio elaborado en 2016 por The Lancet. Lo dicho, aunque a veces sea lo único que apetece, el sillonball tiene peligro. Y no solo es el síndrome del trasero muerto, no