Subir fotos de niños y niñas a las redes sociales es peligroso pero parece que de poco sirven las advertencias, la realidad ahora mismo es que 3 de cada 4 menores de dos años ya tienen fotos colgadas en Internet. Además, suelen ser progenitores de las cuentas de sus familiares.
Los padres son los primeros en convertir a sus hijos en los protagonistas de sus redes sociales. Una simple foto facilita su localización, con tan solo una captura pueden simular que sufre algún tipo de peligro y reclamar un rescate, o incluso, suplantar o robar su identidad.
En países como Francia han decidido tomar medidas ante esta moda de compartir la vida de los más pequeños: hasta 45.000 euros de multa o un año de prisión. En 2018, el 59% de los menores había sufrido ciberbullying. Los datos son alarmantes, ya que 3 de cada 4 menores de 2 años ya tienen fotos en las redes sociales, una sobreexposición que puede tener consecuencias.