1. Infección, dolor e hinchazón. La boca es un entorno húmedo en el que conviven grandes cantidades de bacterias, por lo que es el sitio ideal para una infección. Esta infección puede convertirse en una amenaza si no se detecta de inmediato. Un piercing en la lengua puede provocar que esta se inflame y bloquee la vía respiratoria, tal y como informa la American Dental Association.
2.Daños en las encías, dientes y empastes. Muchas personas tienden a morder o jugar con el piercing, y esto puede dañar las encías y provocar dientes sensibles, astillados o rayados. Además, puede perjudicar los empastes.
3. Hipersensibilidad a los metales. Pueden darse reacciones alérgicas en la zona perforada.
4. Daño en los nervios. Tras una perforación, pueden experimentar un entumecimiento de la lengua como consecuencia del daño en un nervio que suele durar un tiempo, pero puede convertirse en algo permanente. El nervio lesionado puede afectar al sentido del gusto, o a la forma de mover la boca. La persona con este piercing puede perder sangre debido a los daños en los vasos sanguíneos de la lengua.
5. Babear en exceso. Una lengua que ha sido agujereada puede producir más saliva.
6. Problemas en las citas con el dentista. Los abalorios pueden interferir en el cuidado dental al bloquear las radiografías.