"Los padres y los profesores tienen que observar a los niños, los niños hablan a gritos, piden ayuda a gritos, lo que no hacen es verbalizar el problema. El secreto, la vergüenza, la culpa, el tabú no les deja hablar, están atemorizados en muchos casos pero con su cuerpo, sus reacciones, sus emociones, sus rabietas o sus inhibiciones, es decir, con todas las áreas del cuerpo los niños hablan".
Desde las instituciones se comienzan a crear leyes y prevenir situaciones de abuso sexual a menores, un problema que lleva años en la sociedad y el que hasta hace poco tiempo era considerado como un tabú.
El pasado 1 de marzo de 2016, entró en vigor el ‘Registro Central de Delincuentes Sexuales’ creado por el ministerio de Justicia. En este registro se incluyen los datos relativos a la identidad y perfil genéticos (ADN) de las personas condenadas por los delitos contra la libertad sexual, incluida la pornografía, independientemente de la edad de la víctima, con la finalidad de proteger a los menores frente a la delincuencia sexual. De esta forma, las personas que trabajen con menores deberán certificar que carecen de antecedentes penales por delitos como agresión, acoso o exhibicionismo.
En Informativos Telecinco hemos entrevistado a la psicóloga Victoria Noguerol, especialista en maltrato y abuso sexual infantil, quien trabaja en terapia con víctimas y agresores.
"Antes no se hablaba, era tabú, se daba la espalda"
“Ahora se escucha más sobre la pederastia porque la sensibilidad de los medios de comunicación es infinitamente superior, también de la sociedad. Antes no se hablaba, era tabú, se daba la espalda". Noguerol afirma que la pederastia es un problema que siempre ha existido e incluso se ha transmitido de generación en generación (ya que la mayoría de los pederastas han sido víctimas cuando eran menores), porque no se reconocía el problema. "Las investigaciones están dando muchísima luz sobre los indicadores, los factores de riesgo, pero son muy recientes".
Los abusos sexuales a menores son un problema de difícil solución que debe abordarse desde diferentes ámbitos. El papel de los padres y la educación mediante campañas en colegios es principal para comenzar a dar visibilidad a una cuestión que afecta a todos. Victoria Noguerol señala que es necesario implantar serios programas de prevención que ayuden al niño a identificar cualquier señal de peligro, al igual que a los adultos.
“Hay que asumir el problema de los abusos sexuales a menores con mucha seriedad y con mucho compromiso con la infancia, y no lo estamos haciendo. Por ejemplo, el Consejo de Europa lanzó una campaña donde habla que 1 de cada 5 niños han tenido alguna experiencia de abusos sexuales. Tendría que ser una campaña de divulgación masiva y sin embargo en España tiene muy poco eco”.
"No tenemos por qué esperar a que haya evidencias, solo con la sospecha".
La psicologa Noguerol aconseja afrontar el problema de frente y realizar campañas masivas de prevención en los colegios, para que los niños puedan manejar y enfrentarse a esta situación. "Los adultos tendríamos que tener un protocolo de intervención como ya existe en otros países. Serias campañas públicas hablando de que este no es un problema privado, que tenemos la obligación de comunicarlo todo, no tenemos por qué esperar a que haya evidencias, solo con la sospecha".
Cuando se dan este tipo de campañas de sensibilización e información, el antes y el después es rotundo, "los niños han aprendido el por qué tengo que decir que no, a levantar el dedo, contarlo a una persona y a otra y a otra, hasta que alguien me crea. Obviamente la responsabilidad es del adulto y es él quien tiene que estar atento, no lo podemos dejar solo en las manos de los menores, pero es verdad que cuantas más capacidades asertivas y de comunicación tiene un menor, menos factores de riesgo va a haber. El niño ya aprende que eso no es un secreto".
A pesar de que el niño tiene que estar informado, Noguerol incide en que son los adultos quienes tienen que estar atentos a las alarmas."Los padres y los profesores tienen que observar a los niños, los niños hablan a gritos, piden ayuda a gritos, lo que los niños no hacen es verbalizar el problema. El secreto, la vergüenza, la culpa, el tabú no les deja hablar, están atemorizados en muchos casos pero con su cuerpo, sus reacciones, sus emociones, sus rabietas o sus inhibiciones, es decir, con todas las áreas del cuerpo los niños hablan. Desde los trastornos del sueño y la alimentación, hasta las regresiones, los déficit de atención, que el niño está ausente en el colegio y no se entera o que en casa está irascible, le enfada todo, es decir hay que observarles".
Los peligros de las redes sociales e Internet
Debido al rápido crecimiento del mundo digital y la popularidad de las redes sociales, Internet se ha convertido en uno de los lugares preferidos de los pederastas y pedófilos. Según un estudio realizado por UNICEF, hasta 2011 se estimaba que había 16.700 sitios web a nivel mundial que mostraban imágenes de abusos a niños, con millones de imágenes de este tipo, enseñando a ‘decenas de miles’ de niños. Cada vez es más baja la edad de los niños exhibidos, ya que el 73% de las víctimas tienen menos de diez años, y las imágenes son cada vez más gráficas y violentas.
Tanto los adultos como los menores deben entender los riesgos a los que se pueden enfrentar los niños en Internet. Es necesario crear un entorno más seguro para los ellos en la red, enseñarles a protegerse por sí mismos y alertar sobre la existencia del grooming (en el que algunas personas se hacen pasar por niños para conseguir fotografías íntimas y otros fines sexuales)
Vídeo: ‘Los peligros de las redes sociales, un experimento sobre depredadores sexuales’