Eulalio y Monserrat sonríen mientras posan para la fotografía con el peaje de la localidad de Los Palacios (Sevilla) al fondo. Es una sonrisa franca, casi lindando con la risa, y no es para menos. Cuando nacieron ya se cobraba peaje en la AP-4, la autopista que une Sevilla con Cádiz. Luego fueron niños y adolescentes y siguieron pagando. Ahora que son adultos, parece que, por fin, no tendrán que rascarse el bolsillo para tener un viaje rápido y seguro.
"Yo no tengo por qué estar pagando para entrar en mi pueblo. Ni yo ni nadie, vamos", dice enfadada Monserrat. "Yo para ir a Sevilla, como ahora la nacional está en obras, tengo que pagar un euro y pico, y otro euro y pico para venir de regreso. No es justo, Yo creo que no es justo", añade.
"Voy por el peaje porque es lo más seguro", cuenta Eulalio con cara de resignación. "Es preferible pagar el peaje porque por la nacional hay muchos accidentes, muchos muertos. Yo los he visto, el último fue con un camión".
Han tenido que pasar casi cincuenta años para que llegue este momento. La inauguración del peaje de la AP-4 fue recogida por el NODO franquista. Hace unos días los alcaldes de los ayuntamientos por los que discurre la vía recibían una carta de la concesionaria anunciando el fin del peaje el próximo 1 de enero.
"Hemos batallado mucho para que llegase esta carta", confiesa el alcalde de Los Palacios, Juan Manuel Valle. "No es la primera vez que nos dicen una cosa y luego hacen otra. Sólo cuando recibimos la carta de confirmación por parte de la empresa, hemos sabido, por fin, que ya no habrá marcha atrás".
Por la AP-4 circulan 18.000 vehículos a diario. La apertura del peaje multiplicará esta cifra, ya que muchos de los que siguen optando por la antigua nacional para ahorrarse el dinero (en el caso de los camiones llega a 14 euros) cambiarán sus costumbres.
José María es camionero. Hoy lleva tomates y no quiere que se estropeen. Así que ha preferido ir por la AP-4. Cuando no tiene prisa, coge la N-4. Cuando se le pregunta cuántas veces ha pasado por la autovía, su respuesta es: "¡Buaaaaah!". La misma que para responder sobre cuánto dinero lleva gastado en ella. "Al año me puedo gastar entre 1.500 y 2.000 euros. El 1 de enero va a ser un alivio por dinero, por tiempo, y por tranquilidad en la carretera", asegura.
En Las Cabezas de San Juan (Sevilla) se encuentra la parte amarga del fin del peaje. Los 25 trabajadores que atienden las cabinas de cobro se quedan sin empleo. Los sindicatos están peleando para que sean recolocados. "La empresa va a un ERE sin acuerdo", señala Luis Miguel de las Damas, de Comisiones Obreras. "La media de edad es de 45 años. Tendrán que salir al mercado laboral con las expectativas que haya, que no son muy buenas, y más con esa edad".
Es el precio a pagar para que la AP-4 no tenga precio, para que una autopista, que tenía que haber quedado liberada hace 33 años, vuelva por fin al Estado. En su extremo sur, en Cádiz, se espera al 1 de enero. Comienza una nueva década, termina una vieja petición de los gaditanos. "Evidentemente, ya era hora", dice a NIUS el alcalde de Cádiz, José María González, Kichi. "Los ciudadanos teníamos claro que no íbamos a permitir que el peaje Cádiz-Sevilla se prorrogara ni un día mas. Ya se ha prorrogado bastante".