La PCR en saliva es la solución "para los más pequeños y también para los mayores", asegura el epidemiólogo y pediatra Quique Bassat. "Yo ya he pasado por 14 o 15 PCR y, si pudiera hacerme estas pruebas siempre con saliva, no lo dudaría, debo tener el fondo de la nariz agujereado", bromea el investigador.
Rara es la persona a la que le hayan metido el hisopo para detectar el coronavirus que no se haya hecho la pregunta: ¿no se podría hacer la PCR de otra forma menos desagradable, sin que te tengan que meter una varilla hasta el fondo de la nariz?
Pues sí, se puede hacer de un modo mucho más sencillo e igual de fiable. Existe la PCR en saliva, el sueño de todo progenitor y pediatra. Porque, si no siempre resulta fácil tomar la muestra en adultos, no es difícil imaginar lo angustioso que resulta para los más pequeños. Con la vuelta al cole y la de los virus infantiles, más de uno tiembla solo de pensarlo.
En el hospital de Quique Bassat, en el Sant Joan de Dèu de Barcelona, llevan meses tomando la muestra en saliva y "funciona súper bien". Además, "tiene una alta fiabilidad, similar a la de la obtenida con prueba nasofaríngea", explica el doctor. Lo hacen con niños mayores de cuatro años, cuando ya son capaces de escupir y la recogida es muy sencilla:
Ya está, así de sencillo. Sin placajes como los que ha presenciado la pediatra Paula en su centro de salud de Madrid, ni dramas, como cuando a sus cinco años Raúl comenzó a sangrar por la nariz porque, como no paraba quieto, el hisopo le hizo una herida. Todo para que la muestra no valiera y tuvieran que repetir la prueba.
"Es que hay niños que llevan hasta siete y ocho PCR", constata Paula. El protocolo es que si tienen fiebre, mocos y dolor de garganta hay que hacerles la prueba, así que "algunos ya parece que tienen fobia, lo pasan peor, incluso, que cuando les vacunan".
Pediatras como Paula y padres como los de Raúl están deseando que lleguen las PCR en saliva para todos. Lo que no entienden, aseguran, es por qué no están ya disponibles ya que, en principio, todo son ventajas: la principal, es la facilidad de extracción.
En España existen varias empresas que comercializan PCR en saliva. "Se ha demostrado que estos test tienen una sensibilidad aceptable", explica a NIUS Maria José Lirola, pediatra del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla. Aún así, asegura la profesional, "en mi hospital y creo que en toda Sevilla se toma muestra nasofaríngea", es decir se introduce la varilla por la nariz o la boca, hasta la pared de la faringe. "Quizás cambiemos los protocolos en los próximos días, pero de momento lo hacemos así. Si la carga viral es baja, la PCR en saliva es poco fiable y en los niños las cargas virales son menores", explica la experta.
"A mí, si me garantizan el mismo resultado, soy partidario de la PCR en saliva, pero, por el momento, sigo apostando por la PCR nasofaríngea", indica a NIUS el pediatra Carlos Príncipe, desde su consulta en Vigo. "Para eso está el médico, para valorar el historial y no someter al niño a una PCR a la primera de cambio", señala con sus más de 40 años de profesión.
Aunque para Quique Bassat no hay ninguna razón de no hacer la PCR en saliva ya que, insiste, tiene una fiabilidad muy similar a la obtenida con el bastoncillo. Otra cosa, indica el investigador, es el test de antígenos. "Las pruebas de antígenos son las que se están llevando a cabo en muchos centros de salud porque el resultado es prácticamente inmediato, y en estas no se puede tomar la muestra en saliva porque son mucho menos sensibles y no dan buen resultado".
En "la estrategia de detección precoz, vigilancia y control de la covid-19" planteada por el Ministerio de Sanidad se asegura que "de forma general, no está recomendada la utilización de muestras de saliva para la realización de PCR, dada su menor sensibilidad. Sin embargo, puede ser considerado una alternativa en aquellos pacientes en los que no se pueda extraer una muestra del tracto respiratorio y en pacientes pediátricos en aquellos centros cuyos laboratorios cuenten con experiencia con este tipo de muestras", reza el documento.
La utilización de saliva, reconoce el Ministerio, tiene como principal ventaja frente al exudado nasofaríngeo la facilidad de obtención de la muestra, que puede incluir la auto-toma por el paciente. "La detección del SARS-CoV-2 mediante PCR en muestras de saliva muestra una sensibilidad variable dependiendo de factores como la carga viral". De hecho, se asegura en el documento de Sanidad, aunque en la mayoría de los estudios la muestra en saliva ofrece una sensibilidad inferior a la PCR en exudado nasofaríngeo, "en otros la sensibilidad es comparable o incluso superior".
En conclusión, explican las autoridades sanitarias, la utilización de este tipo de muestra podría resultar aceptable en estas situaciones:
"El test PCR Saliva ofrece la misma fiabilidad que la PCR convencional a la hora de diagnosticar la Covid-19, pero con ausencia total de molestias por lo que respecta a la recogida de la muestra", expone Mayte Gil, directora de Ascires Sistemas Genómicos. "Es una alternativa práctica y eficiente para personas a las que, por su edad o estado físico, les puede resultar incómodo desplazarse a la clínica y someterse a una extracción de muestra biológica por la nariz. Es el caso de niños, personas mayores o con movilidad reducida".
Así que el pediatra Quique Bassat no entiende por qué esta práctica no está ya más extendida. "No es más cara, ya que no requiere de un hisopo ni de un profesional, y además te garantizas que las muestras son buenas". En Cataluña se planteó hacer los cribados en los colegios con PCR en saliva, "pero al final no se hizo así", recuerda el epidemiólogo clínico. Con el incio del curso a la vuelta de la esquina, "la posibilidad está ahí y es fácil, lo único que habría que hacer es aumentar el número de laboratorios capaces de analizar estas muestras", indica Bassat, asesor del Gobierno en el retorno a las aulas.