Jaime Primak Sullivan, una escritora de Nueva Jersey (Estados Unidos) presenció en primera persona un comportamiento racista de otro pasajero a bordo de un avión con destino Nueva York, cuando este le preguntó si "podía dejar de hablar Español, ya que le incomodaba el idioma". Algo desafortunadamente más habitual de lo pensado, como otro pasajero que fue expulsado de una aeronave al llamar la atención a la tripulación de un vuelo por sentar "una negra a su lado".
Motivo que desconcertó a la pasajera y que justificó en un "posible racismo" o "ser una lengua más sensible al oído" dado el horario matinal del vuelo", según indicó la afectada en su perfil de Twitter. Una petición que no sólo molestó a la protagonista, sino al resto de ocupantes de la aeronave que decidió solidarizarse con ella de la mejor manera: hablando también el idioma hispano.
Ante tal hecho sin explicación aparente, el hombre que se sentaba al lado de Primak comenzó a hablar español, y más tarde los azafatos a cargo del vuelo. Una alegría que la ocupante del avión describió como unas ganas "terribles de bailar", señaló en un Tweet. Asimismo, un número elevado de pasajeros mostraron su apoyo a la escritora comentando en la plataforma social lo ocurrido aplaudiendo la reacción conjunta.