Velas y flores en la iglesia de un pueblo totalmente consternado por lo ocurrido. Las mismas que han depositado en la puerta de la casa en la que ayer fueron asesinadas estas dos niñas, la pequeña de 5 años y la mayor que hoy cumplía 7. La mayor de las niñas tenía preparada una fiesta de cumpleaños con amigos.
Su madre, presuntamente, las asesinó y allí se las encontró el padre horas después. Al parecer, la mujer propinó varios golpes con una azada a las menores. Era una familia poco conocida, pero la peor parte se la llevan los pequeños del pueblo.
Varios psicólogos ayudan a asimilar esta inesperada tragedia. No había antecedentes ni denuncias previas. Era una familia aparentemente normal aunque al que más conocían era al padre. Una familia que llevaban cuatro años viviendo en la localidad.
Los vecinos aseguran que era una familia muy normal aunque ella no se relacionaba con nadie. Tampoco existen antecedentes por ningún tipo de violencia en el hogar ni por trastornos psiquiátricos. Ella rehuía de la gente y tampoco llevaba a las hijas al colegio.
Ayer, al regresar del trabajo, el padre se encontraba la terrible escena, sus dos hijas muertas de forma violenta con una azada. El instrumento se localizó en la vivienda y será analizada para determinar si se trata del arma del crimen.
La principal sospechosa de la muerte de las niñas, su madre, se suicidó lanzándose por un puente que pasa por encima de la autopista AP-7 a la altura de Salt, donde fue atropellada por un camión. Fue trasladada con vida al hospital, pero poco después falleció.