Francisca González, más conocida por la parricida de Santomera desde que en 2002 acabara con la vida de sus dos hijos menores con el cargador de su teléfono móvil, ha salido en la tarde de este viernes de la prisión murciana de Campos del Río tras obtener el tercer grado penitenciario. Esa nueva situación le permitirá volver a la cárcel solo para dormir, además de disfrutar de una mayor flexibilidad en la obtención de permisos de salida. Francisca González ha permanecido alrededor de 18 años en prisión, de los 40 a los que fue condenada como autora de dos delitos de asesinato, de los que fueron víctimas sus hijos más pequeños, de cuatro y seis años.
Esta mujer asistió al entierro de los niños junto con su marido entre continuos y aparentes gestos de dolor, aunque los investigadores policiales del caso ya sospechaban entonces de ella y, de hecho, procedieron a su detención poco después del sepelio. El doble crimen, según se reflejó en la vista oral, celebrada en la Audiencia Provincial de Murcia, pudo haberlo provocado con la intención, presuntamente, de causarle dolor a su esposo. Los estranguló con el cable del cargador de un teléfono móvil y luego fingió que un intruso había accedido a la vivienda y los había asesinado.
La buena conducta ha sido uno de los factores que han influido para conseguir esta semi-libertad a la parricida de Santomera, según su abogado. Francisca González mantiene la relación con su familia directa y no ha perdido el contacto con su hijo mayor, que estaba en casa y tenía 14 años cuando cometió el doble crimen de Santomera.