Un fármaco contra el cáncer que se encontraba en fase de pruebas y aún en experimentación ha arrojado resultados sorprendentes al ser empleado en personas que sufren la enfermedad del Parkinson.
El medicamento, denominado Nilotinib, había usado en el pasado para tratar pacientes con cierto tipo de leucemia, pero esta vez el ensayo clínico ha sido practicado en 12 personas con Parkinson o una condición similar que denominan 'demencia de cuerpos de Lewy', otra enfermedad neurodegenerativa. Durante seis meses tomaron pequeñas dosis del producto dando unos resultados sorprendentes. Tanto es así que la doctora Charbel Moussa, encargada de liderar el estudio en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown de Washington DC, en EEUU, afirma que han visto "pacientes en la última etapa de la enfermedad volvían de nuevo a la vida", tal y como recoge Independent.
"Al comienzo del estudio hemos tenido pacientes rígidos como una tabla que posteriormente han conseguido caminar, sentarse y doblar sus piernas tras el tratamiento. Se podía ver la felicidad en sus rostros después de que observaran y sintiesen la mejoría", explica.
De este modo, pacientes que incluso estaban confinados y condenados a permanecer en una silla de ruedas, vieron como ante lo que parecía ya imposible podían volver nuevamente a caminar.
Más allá, sus efectos beneficios se reflejan también en la fluidez del habla, y es que tres de los participantes que eran incapaces de hablar al inicio de las pruebas empezaron a hablar de nuevo cuando finalizó el tratamiento experimental.
Tal y como asegura Alan Hoffman, profesor de Ciencias Sociales ya jubilado, y otro de los pacientes del ensayo, "antes del Nilotinib apenas hacía nada en casa. Ahora, saco la basura, me ocupo del lavavajillas, pongo la lavadora y la secadora, preparo la mesa para comer e incluso asumo la responsabilidad de usar la parrilla en la cocina".
El Nilotinib funciona mejorando la capacidad de limpiar las proteínas que se acumulan en las células del cerebro de personas que sufren esta enfermedad neurodegenerativa crónica que conduce a lo largo del tiempo a una incapacidad progresiva que se refleja en síntomas como temblores, lentitud de movimientos y rigidez muscular, así como deriva a menudo en alteraciones de la función cognitiva, la expresión de las emociones y la función autónoma.
Sin embargo, pese al optimismo y los buenos resultados que han sido obtenidos empleando el fármaco, numerosos especialistas se muestran cautos y señalan la importancia de continuar observando el fármaco así como continuar realizando estudios para tener más grupos de control con los que poder establecer comparaciones y extraer conclusiones. "Es demasiado bueno para ser cierto", sostienen los más escépticos.