Parecen inofensivos y una mera consecuencia de la sequía, pero los pantanos secos pueden actuar como una especie de arenas movedizas y poner en peligro a más de uno. Como le pasó a un ciclista de unos 30 años en la localidad de Manzanares del Real, en Madrid. El joven cruzaba la superficie del pantano de Santillana, aparentemente seca, cuando esta quebró y dejó al ciclista atrapado en el fango.
El afectado intentó salir del barro, pero cada vez se hundía más: llegó a alcanzarle la altura de la cintura. Decidió entonces llamar al Servicio de Emergencias 112 y al lugar de los hechos acudió el Grupo en Altura de los Bomberos de la Comunidad de Madrid. que accedió en helicóptero al lugar de los hechos. El problema fue, según ha explicado Ángel Gutiérrez, quien dirigió el operativo, que ellos también se hundían en el lodo. El rescatador tuvo que apoyarse en la bicicleta, le puso un triángulo de evacuación y un arnés al ciclista y le sacaron con el helicóptero.
El ciclista tenía una ligera hipotermia, pero no necesitó asistencia sanitaria. Los vecinos todavía no dan crédito de lo ocurrido. Ya sabes… si ves un pantano seco, mejor no te metas.