Uno de los cuerpos hallados en Susqueda presenta, al menos, una herida de bala
Gritos y disparos. Es lo que escuchó un vecino en la zona de Susqueda. Los sonidos que, en principio, atribuyeron a cazadores furtivos ahora podrían ser los del crimen porque en el cuerpo de Paula han encontrado, al menos, una herida de arma de fuego. Todo se investiga en el pantano. También las masías abandonadas y ocupadas ilegalmente por ciudadanos que, según los vecinos, se muestran violentos con quienes acuden al lugar. Se buscan respuestas, pistas de lo ocurrido. En la zona no han aparecido balas, no hay rastros de sangre ni señal que indique que los cuerpos fueran arrastrados hasta el agua. Puede, incluso, que la pareja fuera asesinada antes de llegar al sitio en el que apareció hundido el coche. Sorprendía que hubieran podido llegar por su propia cuenta. Hay que conocer muy bien esos caminos para adentrarse hasta ese punto en concreto. Además los teléfonos de los jóvenes se apagaron a diez kilómetros, al salir de un cajero. Ahí se pierden sus pasos. Ahora se rastrearán las señales de los móviles que había en la zona en un intento de acotar la investigación.