El pangolín vuelve a ser sospechoso de propagar la pandemia del coronavirus
Un estudio demuestra que el pangolín es, como el murciélago, huésped del coronavirus
El pangolín, en peligro de extinción, es el mamífero con el que más se trafica ilegalmente
El pangolín, ese mamífero parecido a un oso hormiguero con escamas, vuelve a ser sospechoso del origen de la pandemia del coronavirus. Así lo apunta un equipo de investigadores de la Universidad de Hong Kong y de la Universidad de Shantou que analizaron muestras del virus en un pequeño grupo de pangolines malayos llegados a China de contrabando y que comprobaron que comparten un elevado grado de similitud con el SARS-CoV-2.
En el estudio, publicado en 'Nature', se admite que ese grado de similitud no es suficiente para asegurar que este pequeño mamífero salvaje es sin duda el origen del brote, pero sí que demuestra que el pangolín es, junto al murciélago, huésped de estos virus. Por tanto, recomienda prohibir de inmediato su venta en los mercados de animales salvajes para disminuir el riesgo de potenciales transmisiones del virus a las personas.
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Además, insisten en monitorear las poblaciones de este mamífero salvaje de cerca en China y sudeste asiático para entender su implicación en la emergencia de coronavirus y el riesgo de futuras transmisiones a humanos. El pangolín es el mamífero con el que más se trafica ilegalmente y está en peligro de extinción. Sus escamas son muy usadas en Asia para medicina tradicional china y su carne se considera una exquisitez.
En anteriores epidemias causadas por coronavirus, como la de SARS de 2002 y MERS, se comprobó que en la primera la especie puente fue una civeta de las palmeras, en la que se identifico un coronavirus con un 99,8% de similitud al que afectaba a las personas. En el caso de MERS, se ha comprobado que la especie intermediaria son los dromedarios.
No es la primera vez que el pangolín resulta sospechoso de estar detrás del nuevo coronavirus. El pasado 7 de febrero también un equipo chino publicó un estudio aseguraba que habían hallado en un pangolín un genoma de coronavirus con un 99% de similitud con el patógeno detrás de la Covid-19. No obstante, unas semanas después se tuvieron que retractar, porque la similitud no era del 99% sino del 90%, un porcentaje insuficiente para afirmar que este animal es el origen de la pandemia.
Por el momento, las pruebas de que se dispone sitúan al murciélago como reservorio del SARS-CoV-2. Pero para que el virus pase del murciélago al ser humano se necesita un animal intermedio. En el mercado de Wuhan en el que se detectaron los primeros casos de pulmonía en diciembre de 2019 se vendían todo tipo de animales, también salvajes, alguno de los cuales fue, posiblemente, el intermediario entre murciélagos y humanos.