La Palma comienza a reconstruirse. Los primeros ensayos para tratar de abrir paso con excavadoras ya han comenzado. El primer intento ha sido la reapertura de un tramo de carretera entre La Laguna y Tazacorte, con un trabajo que, sin duda, es extenuante.
En un solo día se han retirado cuatro metros de colada. La buena noticia es que la temperatura máxima en este punto es de 120 grados y no había gases tóxicos.
Por primera vez en meses, apenas se han registrado movimientos sísmicos en la isla. Todos los parámetros continúan de momento estables y las obras con excavadoras siguen, para poder habilitar cuanto antes las principales vías de comunicación entre las localidades. Unas obras que están siendo más complicadas de lo que se esperaba en un principio por el tamaño de la colada y su elevada temperatura, aunque hay esperanzas de poder terminarlas en los próximos días.
"Hay gases muy peligrosos, que pueden provocar la muerte"
Están ante un trabajo muy riguroso, en el que se tiene que ir con precaución para medir los gases que emanan al remover la ceniza del volcán que, en algunas ocasiones, se acumulan en paredes de más de 50 metros, muy difíciles de perforar. Un trabajo titánico que, además, se ha topado con el basalto, un material demasiado duro.
Los vecinos, de momento, siguen sin poder regresar a sus casas. Los científicos, por su parte, piden paciencia, pues "hay gases muy peligrosos, que pueden causar la muerte" y el peligro de derrumbe en algunas edificaciones es también inminente.