Los padres de un menor lo utilizaban como señuelo para robar en tiendas de telefonía. Cuando entran en el establecimiento la presencia del pequeño distrae a los dependientes que no sospechan de la familia.
Cuando la banda se asegura de que los trabajadores no desconfían aprovechan para entrar y robar los teléfonos. Cuando entran lo hacen con cascos de moto y armados con cuchillos.
Ya han detenido a 8 personas de dos bandas que operaban en Barcelona y Gerona empleando este modus operandi.