Nadie va al cole en La Línea: los padres siguen sin enviar a sus hijos a clase por la pandemia

Eran pocos el lunes, y menos fueron el martes. La decisión de la Junta de Andalucía de abrir los centros escolares en la Línea de la Concepción, a pesar de los más de 1.400 casos por 100.000 habitantes que registra la localidad, es contestada por los padres, que no envían a sus hijos a los centros educativos. Este martes, sólo un tres por ciento, del total de 12.500 alumnos, ha acudido a las clases

“Estos datos demuestran que la ciudadanía no considera seguro enviar a sus hijos a los colegios y ha actuado en consecuencia”, dice el concejal de Educación de La Línea, Sebastián Hidalgo.

Y es que los datos son tercos. Ademas de esa elevadísima tasa de incidencia, en la localidad hay hasta 692 alumnos escolares bien afectados por el virus, bien aislados por contactos estrechos con contagiados. Hasta ochenta profesores se encuentran en las mismas circunstancias. Hay miedo, y los padres reclaman que las clases se sigan de forma telemática.

La Junta de Andalucía, tras dos días de ausencia masiva del alumnado a las clase, mantiene su decisión y descarta suspender las clases presenciales. Desde la Consejería de Educación se insiste en que la asistencia a los centros es segura. Frente a las quejas añadidas por el frío, aseguran que con ventilar diez minutos entre clase y clase es más que suficiente.

El Consejo Escolar ha vuelto a reunirse este martes, para estudiar la bajísima asistencia a los colegios e institutos. De la reunión ha salido una nueva petición a la Junta para que reconsidere la situación, y suspenda las clases por la incidencia del coronavirus.

"Creo que la situación es muy grave", dice el alcalde Juan Franco. "Los números siguen al alza, la presión hospitalaria está siendo muy alta y consideramos que aunque la Junta ha tomado una decisión que puede estar fundamentada, no la compartimos".

Los padres, mientras tanto, se han organizado para justificar las ausencias de los alumnos. Están dispuestos a aguantar lo que haga falta, hasta que la administración autonómica revise la decisión que ha dado lugar a esta rebelión en las aulas