La madre de la bebé de la 'operación milagro': "Nunca había llorado tanto de alegría"
Informativos Telecinco
26/02/201918:49 h.El caso de María, la bebé prematura operada de una patología cardíaca con apenas 1 kg 300 gramos de peso, evidencia la existencia de ciertos milagros. A María le detectaron ya en el útero de su madre una malformación en el corazón. Los médicos decidieron adelantarte el parto a su madre proponiendo el nacimiento tan solo a las 31 semanas de gestación. Venía al mundo con una cardiopatía que precisaba de una intervención quirúrgica urgente y que suponía un riesgo considerable. El milagro ha sido posible gracias a la intervención del equipo cardiológico infantil del Hospital Sant Joan de Dèu (Barcelona). El de María no es el único caso en el que ha sucedido alguna maravilla médica. Otras situaciones como las vividas por la familia de George, el 'bebé del tamaño de una jeringa' o la increíble evolución del cerebro de Noah -nacido con un 2% y que lo recuperó en tres años- hacen pensar que los milagros sí existen.
La pequeña ingresaba en el centro hospitalario con una cardiopatía constante, que debía de ser intervenida de urgencia. Se trataba de un proceso sumamente complejo al que el equipo de cirugía debía de acceder con la mayor precisión posible, y al que se le había notificado a los padres previamente el riesgo que tenía "ejecutarlo". Josep Brugada, cardiólogo del Hospital Sant Joan de Dèu, alerta de la intensidad que sufría el corazón de la niña "latía muy rápido y no dejaba bombear bien la sangre". Georgia Sarquella, jefa de la Unidad de Arritmias del Hospital de Sant Joan de Deu y cardióloga pediátrica, señalaba la dificultad tan sólo de "pinchar la vena femoral".
Y sí la operación era de alto riesgo. Por venas de dimensión de un milímetro, el catéter viajó hasta el corazón de María- de dos centímetros- para reparar el problema eléctrico que latía a 220 pulsaciones por minuto.
Sus padres, entusiasmados de alegría por la realización de la intervención con éxito, no pueden creer aún disfrutar de una niña sana y completamente recuperada. "No nos lo creemos. Es un regalo", dice el padre de la criatura. "Nunca había llorado tanto de alegría como ese día", asegura la madre de la pequeña María.
La recuperación ha evolucionado favorablemente, y tal y como asegura Mateo, el hermano mayor de la bebé, todo ha ido "perfecto". Ya ha podido prescindir de un tratamiento específico, y ahora sólo necesita para sobrevivir el cariño de su familia.
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