El padre acusado junto a sus hijos del triple crimen de Caseda dice que él lo hizo todo y solo
"Llevo tres años preso y aún me pregunto cómo pude hacer eso", relata Juan Carlos en el juicio
Los acusados son el padre y hermanos de una mujer casada con el hijo y hermano de los tres fallecidos.
El padre de la joven dice que su marida la maltrataba y él fue a llevársela cuando iniciaron una pelea y él cogió la escopeta
Uno de los acusados del triple crimen de Cáseda, Juan Carlos J.J., padre de los otros dos acusados, ha manifestado este martes, en el juicio que se celebra en el Palacio de Justicia de Pamplona, que fue él quien cogió la escopeta y disparó contra las tres víctimas y ha asegurado que sus hijos no participaron de los hechos. El acusado ha asegurado que siente "muchísimo" lo ocurrido, "no solo por mi familia, sino por la familia de ellos también". "No solo han perdido ellos, los demás también hemos perdido", ha aseverado.
Juan Carlos J.J. ha declarado esta mañana en la segunda sesión del juicio que se sigue contra él y sus dos hijos acusados de asesinar a tres miembros de una familia (también un padre y dos hijos). Los acusados son el padre y hermanos de una mujer casada con el hijo y hermano de los tres fallecidos. "Me pongo en su lugar y sé todo el daño que he hecho y que lo tengo que pagar, lo tengo que pagar porque yo lo he hecho", ha dicho, para continuar diciendo que "lo siento un montón".
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Sobre si quería acabar con la vida de los tres fallecidos, ha detallado el procesado que "llevo cazando desde que tenía 18 años; nunca he tenido antecedentes ni por peleas ni nada". "Llevo tres años preso y aún me pregunto cómo pude hacer eso. Todavía no sé si es verdad o mentira. No lo quería hacer, por favor. Ojalá les pudiera devolver la vida ahora mismo", ha manifestado.
En respuesta a preguntas del Ministerio Fiscal, ha señalado que su hija, que estaba casada con un hijo del padre fallecido, volvió a la casa familiar en Muniáin de la Solana nueve días antes de los hechos tras separarse de su marido, en el mes de septiembre, y que unos días después ella regresó a Cáseda para retomar su relación. "Me preocupaba mucho porque es la única niña que tengo, es mi princesa", ha señalado. Ha indicado que mantuvo ese día una conversación con su hija y le transmitió que la parecía "muy mal lo que estaban haciendo otra vez". "Ella dijo que quería volver con él. Yo le dije que te está maltratando, te tiene maltratada en todos los aspectos", ha relatado, para comentar que dijo que "bajaría a Cáseda", a donde ella había vuelto.
Sobre porqué llevaba armas en el coche, ha explicado que "soy de etnia gitana" y que por ello "el cien por cien de las veces llevo una navaja, un palo". Ha detallado además que los cuchillos estaban ya en el coche, así como la escopeta. "Esa escopeta llevaba días en el coche porque unos días antes estuvieron cazando, en la sociedad de cazadores de Muniáin de la Solana, mis dos hijos", ha comentado, para detallar que "los cartuchos y lo que llevaban eran de esa especialidad de caza que estaban ejerciendo".
Una vez Juan Carlos J.J. y sus dos hijos llegaron a Cáseda, ha explicado, habló con su hija y le dijo que se metiera en el coche para volver a casa y ella le contestó que no, que se quedaba con su marido. "A mi hija le dije que ya te vale, te están haciendo lo que te están haciendo y quieres seguir", ha añadido, para indicar que "mis palabras fueron 'Amparo vamos a casa, móntate en el coche que nos vamos'".
También a preguntas de los abogados defensores de los tres acusados, el inculpado ha indicado que una de las víctimas, Fermín (padre de los otros dos fallecidos), empezó una pelea. "Fermín y yo empezamos a pegarnos", ha dicho, para detallar que su hijo Juan Carlos J.J. también se estaba peleando con el marido de su hermana.
Según ha contado, "Fermín le dijo a su hijo Cristian 'saca la vara' y me dio en la espalda". "Me apaleó Fermín con la vara y Cristian también; yo me caí hacia atrás. Me levanté, fui al coche a buscar un palo y cogí la escopeta", ha dicho, para indicar que no sabía que esa escopeta era la cargada. "La escopeta la cogí yo", ha expuesto el acusado.
Juan Carlos J.J. ha explicado que desde que sacó el arma del vehículo "no me acuerdo de nada". "Solo me acuerdo que saqué el arma, fui hacia allí y en poco tiempo se terminó todo", ha dicho, para señalar que después "mi hijo Juan Carlos me agarró del cuello y me dijo que si se quiere quedar -ella- que se quede".
"No me acuerdo de cuántos disparos. Tenía la cabeza nublada. En una pelea, uno está muy nervioso y pierdes el sentido", ha dicho, para insistir en que lo siente "enormemente", "siento que hubiera estado ahí la escopeta". Al terminar la pelea, ha relatado que "mi hijo Carlos me quitó la escopeta y la metió en el coche, me agarró y me dijo qué hacemos", para continuar que "dijo de ir al cuartel a entregarnos, nos montamos en el coche y nos fuimos". Según ha señalado, sus hijos no dispararon porque uno se estaba peleando con su yerno y el otro "no participó". "Es un chico muy tímido, una de las personas más buenas de este mundo, tiene un corazón de oro", ha descrito.
El procesado, que ha indicado que no tenían mala relación con la otra familia, ha afirmado que su hijo Juan Carlos tiene la costumbre de dejar la escopeta cargada en el vehículo. "Es un cabeza rota", ha explicado, para indicar que la escopeta no se cargó para ir a Cáseda. "Estaba cargada desde días antes de que mis hijos fueron a cazar", ha apuntado. Ha explicado que fue a Cáseda para "quitar a esa persona que le estaba haciendo la vida imposible a mi hija". "Julio la maltrataba, ella no manda nada en casa, él es el machista, no quiere que ella vaya a este lado... Se que reñían pero no hasta el punto de que le daba una paliza... sí que es verdad que muchas veces venía con alguna marca pero ella decía que se había dado con algo", ha explicado.
Dos de los acusados dicen que se percataron de lo ocurrido al escuchar los disparos
Dos de los acusados del triple crimen de Cáseda, los hermanos Juan Carlos J.J. y Emilio J.J., han manifestado este martes en la vista oral que se sigue en el Palacio de Justicia de Pamplona por esta causa que no se percataron de cuándo su padre, Juan Carlos J.J., cogió la escopeta del coche y que se enteraron de los disparos al escuchar las detonaciones. Tras declarar su padre en primer lugar en la sesión de esta mañana, Juan Carlos J.J. ha respondido, al igual que el resto de procesados, a las preguntas del Ministerio Fiscal y de los abogados defensores, no así de la acusación particular.
El hermano mayor ha indicado que él no vio cómo su padre sacaba la escopeta del coche después de que las víctimas "nos empezaran a pegar". "Yo me pegué con Julio -su cuñado- y no veo cómo saca la escopeta, de repente escucho una detonación y después otras", ha relatado. Según ha dicho, él no le incitó a que disparara, "si me estoy peleando no puedo gritar dispara, dispara; es imposible".
"Después de los disparos yo me acerco hacia el vehículo y ahí están mi padre y mi hermano; mi padre blanco. Yo le quito el arma y le digo móntate", ha explicado, para precisar que no había visto así antes a su padre. Ha señalado que son cazadores y que tiene la costumbre de dejar la escopeta cargada en el coche, en concreto, en el maletero; "de diez veces lo haré nueve". Y ha detallado que días antes de ir a Cáseda junto a su padre y su hermano había estado cazando.
Tras la reyerta, ha dicho que salieron en coche de la localidad para dirigirse al cuartel de Tafalla porque así lo decidieron su padre y él "conjuntamente". "Mi hermano no hablaba, no era él", ha manifestado. Sobre por qué le dejó conducir a su padre si lo vio en ese estado, ha comentado que "si conduzco, aseguro que me estrello porque soy un pésimo conductor". "Mi padre en estado de 'shock' es mejor conductor que yo", ha explicado.
También ha comentado que no tenían "para nada" una mala relación con los fallecidos. "Me llevo bien con todo el mundo", ha dicho, para señalar que su cuñado "conmigo era una buena persona, con mi hermana era un ser despreciable".
Por su parte, Emilio J.J. ha señalado que "si llego a ver la escopeta en la parte trasera del coche no voy" a Cáseda, "si la veo no va en el coche". Ha explicado que en la localidad, fue Fermín -una de las víctimas- quien "le pegó un puñetazo" a su padre y "empiezan a pegarse". Ha asegurado que su cuñado también pegó a su padre y que entonces su hermano "le quiere quitar" y "empezaron a pegarse entre ellos". "Apareció Cristian -una de las víctimas- con una vara y le pega a mi padre y Fermín sigue golpeando a mi padre", ha expuesto.
Emilio J.J. ha afirmado que él no sacó la escopeta del vehículo. "No vi cómo mi padre cogía la escopeta", ha dicho, para precisar que su hermano se estaba peleando con Julio. "Yo oigo un disparo y veo cómo Fermín se desploma", ha dicho, para insistir en que ni participó en la pelea ni en dar la escopeta a nadie. "Cuando empezó la pelea no me lo creía, yo soy un chaval muy tímido, tengo miedo", ha dicho.
El procesado, que ha relatado que fueron a Cáseda "para intentar que Amparo -su hermana- volviera, para arreglar las cosas", ha indicado que tras los disparos se quedó "atónito", "mi hermano me agarró del brazo y dijo móntate en el coche" para dirigirse al cuartel Tafalla. Desde el coche, ha comentado que llamó a su madre para "decirle que tengan cuidado que papá ha disparado a Fermín, que nos han dado a palos y que papá ha disparado a Fermín".