El padre de Julen ha vuelto a hablar. Lo hizo durante los primeros días de su hijo Julen en aquel pozo y lo ha hecho tras enterrar a su pequeño. Ha querido dar las gracias al equipo de rescate para que no quede “la queja” de aquellos primeros días. No obstante, aclara que ya no quiere más medios de comunicación.
Sus palabras al diario Sur rompen el corazón. “Yo cierro los ojos y veo lo mismo, el pozo. Me maldigo, maldigo ese día. En qué mala hora fui yo allí... Ya no volveré a ir al campo. Ni me comeré más un plato de paella”, afirma roto de dolor.
Jose cuenta que él y Vicky. No soportan ver los recuerdos, los juguetes y peluches de Julen. Explica que tienen grandes amigos y que se apoyan en ellos. En sus casas pasan casi todo el tiempo. Le animan a jugar a la Play para que piense en otra cosa. “Antes, vivíamos con mi familia, pero cuando pasó lo de Óliver (su primer hijo murió en 2017) nos tuvimos que ir porque todo eran recuerdos. Y ahora igual. Entras y empiezas a ver muñecos, pelotas... Llevamos tres o cuatro días quedándonos en casa de un amigo y solo vamos a la nuestra para dormir”, ha contado al diario malagueño.
El padre de Julen ha querido hablar para decir que “igual que salí para pedir más medios para buscar a mi hijo, ahora quiero hacerlo para dar las gracias. No quiero más entrevistas. Sólo trasladar ese agradecimiento, y que no quede la queja”.
José dice que él y su mujer estarán “eternamente agradecidos a la Guardia Civil, bomberos, mineros, ingenieros, operarios, psicólogos, emergencias 112, voluntarios de Protección Civil, vecinos de Totalán, de El Palo... A la mujer que nos cedió la casa, al coronel Jesús Esteban y a la subdelegada del Gobienro, María Gámez, que me han escuchado, con mis quejas, con mis protestas, pero que nos han dado un trato maravilloso. Y a los periodistas, que nos escucharon cuando pedíamos más medios para la búsqueda y que, salvo excepciones, nos han tratado bien. Nos hemos sentido muy arropados”.
Asegura que han leído los mensajes de apoyo que le han llegado de dentr y fuera de España. “Aunque el dolor no me lo quite nadie, estaré eternamente agradecido”, ha dicho. Jose cuenta que tiene una bandera de Asturias y que tenía otra de la Guardia Civil “que se llevó Julen”.