El padre del segundo guardia civil fallecido por coronavirus culpa al Gobierno "inepto" de la muerte de su hijo
El agente no presentaba patologías previas
Asegura que "la ambulancia tardó 3 horas en acudir"
El viernes 20 de marzo, la Guardia Civil informaba a través de las redes sociales de la muerte de Francisco Javier Collado, de 38 años de edad. El guardia civil se convertía así en el segundo fallecido por coronavirus de la Benemérita.
Según informaban, Francisco Javier Collado estaba destinado en el centro penitenciario de Herrera de la Mancha, y llevaba tres días presentando síntomas, motivo por el que se encontraba en cuarentena.
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En la mañana del viernes fue ingresado en el hospital pero los servicios sanitarios no podían evitar el fatal desenlace, así lo comunicaba la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).
El guardia civil, al igual que el caso de esta semana, no presentaba patologías previas. Prestaba servicio en Ciudad Real, en el centro penitenciario de Herrera de la Mancha, donde ahora hay un compañero ingresado y cinco más en cuarentena.
La queja de su propio padre
Un día más tarde de confirmarse la muerte de Francisco Javier Collado, su propio padre ha escrito un comunicado en sus redes sociales donde se emite una queja directa a la gestión que está realizando el Gobierno en esta crisis.
"Soy el padre del guardia civil muerto hoy en Ciudad Real y vengo de enterrarlo por culpa de un gobierno inepto y un ministro del Interior aún peor, por no preocuparse por su gente que están velando por nuestra seguridad y de la sanidad y el traslado de enfermos al hospital", con estas duras palabras comenzaba el mensaje el progenitor del fallecido.
"Mi hijo estuvo en casa cuatro días esperando al médico a que fuese a comprobar su estado. Hasta el cuarto día por la noche en que pidió ayuda por encontrarse mal y que lo llevasen a un hospital. La ambulancia tardó 3 horas en acudir, pues según ellos su horario de apertura eran a las ocho de la mañana. Así pues, cuando llegó al hospital ya estaba prácticamente muerto", declara.
Con este duro y firme mensaje, el padre del guardia civil fallecido de 38 años ha querido denunciar en sus perfiles sociales la atención que recibió su hijo contagiado por coronavirus.