El hombre de 46 años, que se suicidó tirándose a las vías del tren, sufría de depresión y tomaba medicación para superarlas, según fuentes cercanas a la investigación.
La pareja estaba en trámites de separación, por decisión de la madre, aunque no existían denuncias de malos tratos.
Los cuerpos de ambos niños, de 8 y 13 años, fueron encontrados este martes sobre el colchón de una de las habitaciones del inmueble, a la que José Alberto Gálvez incendió.
El padre se había quedado al cuidado de sus hijos y aprovechó que estaba solo para cometer el parricidio.
Según fuentes policiales, el parricida José Alberto Gálvez, llevaba una nota en la que decía que lo había hecho por que no sufrieran los niños. "He matado a mis hijos. No quiero que sufran".
Antes de incendiar la habitación, los habría ahogado en la bañera, primero a la niña y después al hijo. La madre abrió la puerta a los Bomberos que llegaron a sofocar las llamas que no afectaron el resto del inmueble.
Casi al mismo tiempo, a las 21.20 horas, se recibía una primera llamada al teléfono de emergencias 112 en la que el maquinista de un tren de Cercanías alertaba de un arrollamiento en la estación de Getafe Industrial, han indicado desde Emergencias 112 Comunidad de Madrid.