Li fue detenido poco después de que robara la pequeña del hospital y la policía inició una búsqueda para salvar a la niña, pero cuando llegaron al lugar donde el padre la había lanzado ya habían transcurrido aproximadamente 10 horas, según el informe policial que cita el periódico digital China South Morning Post.
La demora en el rescate de la recién nacida ocurrió debido a lo intrincado del lugar donde la lanzó y la cantidad de vegetación en la zona. "El principal problema era que el precipicio era muy empinado y muy boscoso", dijo Feng Youshi, subdirector de la policía de Magui.
Los equipos de rescate encontraron a la niña entre las ramas de un árbol a unos 30 metros del suelo, tras caer unos 70 metros. A pesar de la pesadilla vivida, la pequeña fue ingresada en observación sin que se advirtieran traumatismo o golpes. Pocas horas después se la entregaron a la madre.
Li, padre de la criatura, le dijo a la policía que no quería otra hija porque ya tenía dos. La pareja también tiene un hijo, según el informe oficial del incidente.
Las familias chinas han favorecido tradicionalmente a los hijos sobre las hijas y ha habido innumerables informes de niñas abandonadas o incluso asesinadas.