El padre de Molly, relata cómo dio cuenta del peligro que se ocultaba en las redes sociales: "Desde su muerte, pudimos mirar hacia atrás y raspar en la superficie de algunas cuentas de redes sociales que ella había estado siguiendo. Recuerdo una: 'El mundo es tan cruel… no quiero verlo más'".
Rastreando sus búsquedas, encontró los hashtags que incitaron a Molly a suicidarse, tal y como recoge 'Infobae'. #Selfharm (autolesiones) es uno de ellos. #Suicide, otro. Al hacer una búsqueda de esas guías en las redes sociales pueden encontrarse videos perturbadores. Son publicados por los usuarios. Una vez que se busca uno de esos hashtag, Instagram sugiere más de esa misma temática, envolviendo al usuario en un círculo en que todo es blanco y negro.
El padre no esperaba que su hija fuera a quitarse la vida: "Era la menor de tres hermanas. En ese momento parecía ser una adolescente común. Tenía 14 años. Miraba hacia el futuro. Era entusiasta. Hizo la tarea escolar esa noche. Empacó su bolso y se preparaba para ir al colegio al día siguiente. Y cuando despertamos la mañana siguiente, estaba muerta".
A partir de hurgar en el tema, realizó un análisis sobre las publicaciones que veía. "Los posts son todos blanco y negro. Son fatalistas, no hay esperanza… Únete a nuestro grupo, tú estás deprimida, yo estoy deprimida, somos muchísimos. Entra a este club virtual. No sabíamos que algo así podía existir en una plataforma como Instagram. Y aún está ahí, abiertamente, son fáciles de encontrar, no están escondidas. Son públicas", explica el padre.
A causa de este hecho el hombre ha creado La Molly Rose Foundation, organización que tiene como misión "detectar a quienes padecen enfermedades mentales y conectarlos con la ayuda, el apoyo y los consejos prácticos que necesitan".