Operación Darknes: la lucha diaria contra el 'menudeo' de droga
La lucha contra el 'menudeo' es una de las prioridades de las fuerzas de seguridad por la delincuencia que genera
Las operaciones se basan en investigaciones locales que llevan horas y horas de seguimiento y vigilancia
Los traficantes fortifican sus casas para no ser atrapados con la droga
T, llamémosla así para preservar su identidad, amanece en su casa de la barriada del Pinar en Barbate, sin intuir lo que se le viene encima. T, lo decidirá un juez, pero la Guardia Civil cree tener pruebas de ello, se dedica al menudeo de drogas. Cocaína, heroína y `rebujito´ -una mezcla de ambas-. Lo que no sabe T es que esta mañana de otoño va a recibir una visita. No lo sabe, pero por si acaso, como todos los que se dedican al menudeo, esta mujer enjuta de mediana edad tiene su casa preparada.
"Su casa tiene doble puerta y la puerta exterior es como la reja de la cárcel", explica Manuel Rámirez, portavoz de la Guardia Civil en Cádiz. "Es una puerta de las que se abre hacia fuera, de barrotes, con unos cuantos cerrojos. Mientras llamamos a la puerta ella habrá tirado por el water lo más grande, y aun así, le hemos encontrado droga y dinero encima".
"Mientras llamamos a la puerta ella habrá tirado por el water lo más grande"
Son poco más de las diez y media de la mañana y T enfila, detenida, el centenar de metros que la separa del cuartel de la Guardia Civil de Barbate, gritando "no me grabes más" a la agente que registra la operación `Darknes´. Estamos en una de las decenas de operaciones contra el `menudeo´ que, a diario, se registran en España.
"La lucha contra el menudeo es muy importante, es absolutamente prioritaria" afirma Manuel Ramírez. "Lo primero por el tipo de droga, que no es hachís, sino fundamentalmente, cocaína y heroína, uno de nuestros caballos de batalla. Son sustancias que nos dan muchísimos quebraderos de cabeza por la delincuencia que generan. Pago de las dosis con objetos robados, con las joyas que le quitan a la madre o a quien sea".
Tras las grandes operaciones, que retiran del mercado, de golpe, miles de kilos de drogas, operaciones como la de esta mañana tratan de detener el lento goteo de gramos y gramos por toda la geografía del país. Son investigaciones locales que llevan horas y horas de trabajo.
"Esto lo hace la gente de los puestos a costa de muchísimas horas, de compatibilizar el trabajo de seguridad ciudadana con muchas horas de investigación y muchas horas de vigilancia. No es fácil, porque en los pueblos se conocen todos", cuenta el portavoz de Guardia Civil.
Se conocen tanto, que esta mañana, con una lista de quince personas a localizar y detener, llaman a la puerta de cada uno de ellos por su nombre.
"Hay compañeros, por ejemplo aquí, en Barbate, que incluso van a dar charlas a los colegios donde estudian los hijos de los que ahora mismo están deteniendo. Otras veces, por la calle, les dicen: El otro día entrasteis en casa de mi primo, el otro día os llevasteis a.... Por desgracia hay una aceptación del tráfico de drogas que es jodida. No es un trabajo fácil".
"Hay compañeros, por ejemplo aquí, en Barbate, que incluso van a dar charlas a los colegios donde estudian los hijos de los que ahora mismo están deteniendo"
Y lo peor es que los detenidos de hoy ocuparon el sitio de los detenidos en operaciones anteriores, y que a estos los sustituirán otros: "No se puede levantar el pie", dicen.
Son las once de la mañana. En la puerta del chalet de N nadie abre la puerta. Por la radio se escucha que se dirige a su casa en coche, y que marcha tras un camión. Los guardias se apuestan en la carretera. Llega N, le hacen bajar del coche, y le dicen que queda detenido. Irá hasta el cuartel en su propio vehículo, escoltado por los agentes. Fuera del puesto comienzan a agruparse los familiares. No hay grandes titulares, pero la operación `Darknes´, una más de las que cada día se hacen contra el menudeo, ha terminado