'One Health', la estrategia para prevenir esta pandemia y las que vendrán

  • Aumentan las zoonosis, como la que ha provocado esta pandemia: tres de cada cuatro enfermedades nuevas son de origen animal

  • La estrategia plantea la necesidad de que todos los expertos en salud -humana, animal y ambiental- trabajen juntos para prevenirlas

  • Los veterinarios se quejan de que no se cuente con ellos en la gestión de la pandemia: "Trabajamos con coronavirus desde 1931"

Dos palabras. Hay dos palabras que podían haberlo cambiado todo. Podían haber ayudado a prevenir esta pandemia. O quizá, al menos, (aunque este nuevo coronavirus hubiera llegado igual a nuestras vidas) habrían cambiado la forma de afrontarla. “One Health”: Una salud. Salud Global. Salud Integral. Tradúzcanlo como más les guste, el significado es el mismo: hay una sola salud, con tres patas igual de importantes: salud animal, salud humana, salud ambiental. Si falla alguna de las patas, fallan todas.

“Hay una interacción entre ellas, cuando una se resiente se resienten las otras. Solo hay un mundo, solo hay una salud”, resume Santiago Vega, Catedrático de Sanidad Animal en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia. “Para preservar la salud humana, tengo que cuidar la salud de los animales y la del planeta”, sintetiza el microbiólogo y profesor de la Universidad de Navarra Ignacio López-Goñi.

“Lo que hay que entender es que nosotros somos solo parte de todo esto, somos inquilinos del planeta. No somos el final de la cadena, somos uno más del ecosistema, y los virus se van moviendo de unos a otros en ese ecosistema. Los virus, además, llevan aquí millones de años, nosotros aparecemos en escena mucho después”, advierte López-Goñi.

El concepto One Health implica una lección de humildad para el ser humano, porque choca frontalmente con la visión antropocéntrica, que lo domina todo. A pesar del llamamiento constante, y cada vez más urgente, de ecólogos y ambientalistas para replantearnos nuestra relación con la naturaleza. Su mensaje es el mismo: “Nuestra salud como especie depende de la salud de los ecosistemas”. Pero nos cuesta entenderlo. Y así hemos llegado hasta aquí.

Aumentan las zoonosis y el riesgo de pandemias

En el origen de esta pandemia están los murciélagos, uno de los mayores reservorios de coronavirus como el que la ha generado: el SARS-CoV-2. No son dañinos para ellos, pero si saltan al ser humano causan estragos, como estamos comprobando. No es la primera vez que ocurre, ni será la última.

Lo explica López-Goñi. “Los coronavirus son virus que principalmente infectan a los animales. No tienen una capacidad de variación tan grande como la gripe, pero sí una capacidad enorme para pasar de unos animales a otros. El 40% de los catarros humanos, por ejemplo, están provocados por coronavirus (en muchos de ellos, el origen son roedores, bovinos…). El primer SARS nos llegó a través de las civetas. Diez años después, el MERS, llegó a través de los dromedarios, por eso pasó al ser humano en Oriente Medio. Y diez años después, nos llega este coronavirus, que no está claro todavía cómo ha saltado al humano pero sí sabemos que su origen es una zoonosis”.

Tres de cada cuatro enfermedades emergentes son de origen zoonótico. Es decir, proceden de animales. “Hasta el SIDA, o el Ébola, tienen su origen en virus que están en el mundo animal. ¿La gripe? Lo mismo”, comenta López-Goñi. Y como la interacción entre humanos y animales cada vez es mayor, los expertos advierten: el riesgo de transmisión de patógenos de unos a otros va en aumento. "El 60% de las enfermedades humanas actuales son zoonosis”, advierte Vega.

Frenar este proceso sólo es posible a través de un cambio en nuestra forma de relacionarnos con el ecosistema. “Hay que actuar en el origen del problema, lo de ahora es una respuesta. Ser solo reactivo implica muchas muertes”, advierte Santiago Vega. “La naturaleza tiene suficientes recursos para que esto vuelva a ocurrir. No podemos descartar que otro coronavirus vuelva a saltar al ser humano y genere otra pandemia como esta”, avisa López-Goñi.

Los veterinarios quedan fuera

Pero, una vez que la pandemia ya se ha generado, ¿en qué podría ayudar la estrategia One Health? En cambiar el enfoque a la hora de hacerle frente. Una estrategia One Health implicaría sumar fuerzas, conocimiento y experiencia para afrontarla mejor. “Esto es una zoonosis y los que más saben de zoonosis son los veterinarios”, explica Vega. Pero en España han quedado fuera, no están siendo consultados ni forman parte del grupo de expertos que asesora al Gobierno. En otros países ocurre lo contrario. “El coordinador de la pandemia en Alemania es un veterinario, y en China también. Aquí, sin embargo, no han contado con nosotros para nada”.

A pesar de que ellos se ofrecieron desde el principio. Y lo siguen haciendo. “Lo estamos pidiendo para sumar, porque no estar presentes está retrasando la solución… a esta pandemia y a otras muchas que vendrán. En determinados temas, lo que tenemos que hacer es sumar, trabajar juntos. Esto de ahora es un ejemplo clarísimo. One Health es un concepto basado en sumar, en que todo el que sepa se suba al carro y que todos sumemos para recuperar la salud: de los humanos, de los animales y del medio ambiente”, explica.

Vega pone voz a la queja de todo un colectivo, el de los veterinarios, que no entiende por qué en España se les ha dejado fuera, a la hora de buscar soluciones. En mayo se creó la Comisión para la Reconstrucción con varios grupos de trabajo enfocados en cómo gestionar la etapa post-covid. Uno de ellos, el de Sanidad y Salud Pública, ha escuchado durante meses a representantes de los sectores sanitarios que deberían jugar un papel. No se ha llamado ni escuchado a ningún veterinario.

A pesar de que se ha propuesto hasta dos veces, de forma oficial. Pero hay un problema. Las dos propuestas las ha presentado el PP, tanto en la Comisión de Reconstrucción como en la Comisión de Sanidad del Senado. En ambas se ha planteado la estrategia One Health como la única fórmula salir de esta pandemia.

“Lo que no puede ser es que salga un senador del PSOE diciendo que no se dan los mimbres para ello. O que Fernando Simón, cuando le preguntan por qué no están los veterinarios, diga: “no lo sé, pero si tienen que estar ya los llamaremos”. Vega no oculta su enfado. El suyo y el de toda la profesión. “El problema no es el virus, el problema van a ser los políticos. Yo tengo más miedo a los políticos que al virus”, asegura. Y López-Goñi lo secunda. “Aquí todo se politiza y, como la ha presentado el PP, el PSOE la tumba. Hace falta una visión estratégica y atemporal, que no hay”.

Un veterinario, detrás de la vacuna de Pfizer

“Los veterinarios llevamos trabajando con coronavirus desde 1931. La medicina humana se enfrenta a un primer coronavirus, en serio, en 2002. Sabemos tanto de esto como otras profesiones sanitarias, o más, y tenemos claro que trabajando juntos se llega más lejos. En las vacunas tenemos amplia experiencia, en medidas de prevención y de contención también, podríamos haber asesorado en la parte epidemiológica…”, explica Santiago Vega.

Y pone ejemplos de cómo esa cooperación entre profesionales sanitarios da buenos resultados. “La vacuna de la tuberculosis la hicieron juntos un médico y un veterinario, por ejemplo. Y ahora, ¿quién está detrás de la vacuna de Pfizer? Un veterinario". Se refiere Vega a Albert Bourla, el CEO de la farmacéutica. Veterinario, con 27 años de experiencia en Pfizer, ex responsable de Vacunas de la compañía y, desde 2018, su Consejero Delegado.

Pero hay más. Ya no es sólo que los coronavirus provengan de animales, es que algunos son transmitidos a los humanos por vectores (garrapatas mosquitos, tábanos…) que también son animales. Y en ése flujo de organismos entre animales y humanos "influyen muchos factores: la industrialización, la globalización, la degradación de los ecosistemas, la sobreexplotación, el comercio animal, el cambio climático…”, apunta López-Goñi. En algunos de ellos, los veterinarios tendrían mucho que aportar.

“Un pequeño cambio en la temperatura o la humedad hace que los mosquitos se distribuyan de otra manera, por ejemplo. O tienes un buen sistema de vigilancia para esto, en el que los veterinarios son pieza fundamental, o tendremos un problema. La veterinaria debería estar siempre en perfecta comunicación con la sanidad humana", advierte el microbiólogo.

No hay salud humana sin salud animal

En España hay un ejemplo de esa cooperación, el último Informe del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos Es un avance. “Se avanza algo, sí, pero muy lentamente”, asegura López-Goñi. “El problema de la resistencia a los antibióticos es un ejemplo. Tiene mucho que ver con la estrategia One Health. Como abusamos de los antibióticos en el mundo animal, bacterias que se hacen resistentes en el ganado, por ejemplo, acaban saltando al ser humano y causando problemas cuando el antibiótico no funciona”. Dicho de otra forma: no hay salud humana sin salud animal. Algo que coincide, por cierto, con el lema de los veterinarios: "La salud del ganado es la salud del pueblo".

Tanto Vega como López-Goñi coinciden en que para implantar una estrategia One Health, un enfoque integral de Salud Pública, en España habría que empezar por cambiar algunas cosas. “Para empezar, integrar todo lo que tenga que ver con veterinaria en el Ministerio de Sanidad, no en Agricultura, que es del que depende. Aquí somos excesivamente gremiales para todo. El mundo veterinario está muy mentalizado con este tema, pero el resto no. Es, también, un problema gremial”, apunta López-Goñi. “En otros países, son menos gremiales y la comunicación entre médicos y veterinarios para abordar problemas como este es fundamental. En EEUU, por ejemplo, está todo más integrado”.

Vega pone un ejemplo de ello. “Aquí, cuando han hecho falta refuerzos, hemos tenido que llamar a estudiantes de medicina, antes de llamar a los veterinarios. En EEUU, los alumnos de medicina y veterinaria estudian incluso juntos los primeros años de la carrera”. Explica este veterinario que lo de integrarse en Sanidad llevan 20 años pidiéndolo. Y pone más ejemplos de lo que sería una buena estrategia One Health. "Tendría que haber, entre otras cosas, una Secretaría de Estado de Seguridad Alimentaria, que dependiera directamente del presidente del gobierno. Si algo es importante hay que darle visibilidad. Actualmente, todo lo que ocurre hasta la granja es de Agricultura, y de la granja a la tienda es de Sanidad. ¿Cómo hago una trazabilidad? Así, es imposible”.

Organismos internacionales como la OMS y la OIE (la Organización Mundial de Sanidad Animal, algo así como la OMS pero sobre salud animal) promueven la estrategia One Health desde hace años. Pero no llega. No cala. La gente sigue sin saber lo que es. Y es, según López-Goñi, “la única manera de prepararnos para la siguiente pandemia”. La fórmula para conseguirlo es clara, en opinión de este experto, que acaba de plasmarla en un libro: “Ciencia, conocimiento y cooperación”. Vega, por su parte, insiste. “Podemos ayudar, esto aún no ha acabado, estamos a tiempo”.