La hipótesis más positiva, que Tomás se dirigiera a África, convive con las más negativas, que las niñas finalmente fuera arrojadas al mar, un hecho que los amigos de Tomás no creen posible porque adoraba a las niñas pero que la falta del ancla y la sangre de Tomás, además de la falta de señales de vida de los tres, no hay que descartar. Todas las hipótesis, pues, están abiertas.
De hecho, hoy mismo se ha sabido que una empresa privada ha prestado a la Benemérita un artilugio llamado sonar de barrido lateral que sirve para radiografiar el fondo marino. Utilizado, sobre todo, en arqueología marina, permitirá encontrar cualquier tipo de prueba que pudiera haber llegado hasta el lugar y que sirviera para dar con el paradero de Tomás y las niñas.
Se trata de un aparato con forma de un torpedo de color amarillo que cuelga del extremo de un cable de acero de gran diámetro que un barco va pasando por el suelo. Ese tipo de aparatos servirá para detectar, por ejemplo, posibles maletas que Tomás hubiera lanzado. Una vez detectadas, con la labor de los buzos, o de un robot, según la profundidad, podrían ser sacadas a la superficie. De hecho, lo que ya se sabe por las cámaras de seguridad es que Tomás llegó al puerto e hizo tres viajes en los que trasladó diferentes bolsas y alguna maleta desde el vehículo a la embarcación. Esos objetos no han sido localizados y los investigadores creen que podrían tener pistas y ayudarles a determinar el paradero de Anna y Olivia.
El sonar de barrido lateral puede ser utilizado para realizar relevamientos para arqueología marítima; conjuntamente con la toma de muestras del fondo marino es capaz de permitir comprender la distribución de los materiales y texturas que conforman el fondo marino. Las imágenes obtenidas mediante un sonar de barrido lateral son comúnmente utilizadas para detectar obstrucciones en el suelo marino que pueden representar un riesgo para la navegación o para la instalación de equipos de la industria petrolera. Además, utilizando un radar de barrido lateral se pueden investigar las condiciones de tuberías y cables ubicados sobre el fondo marino. A menudo se realizan relevamientos con un sonar de barrido lateral conjuntamente con mediciones batimétricas y perfilación de penetración, para obtener una mejor comprensión de la estructura del fondo marino. El sonar de barrido lateral también es usado para investigar pesquerías, operaciones de dragado y estudios ambientales. En el ámbito militar se lo suele utilizar para detectar minas.
Fuentes de la Guardia Civil han indicado a Efe que el dispositivo se ha puesto en marcha de nuevo esta mañana, sin poder precisar hasta cuando se prolongará. Aunque la desaparición del padre y las niñas se produjo el martes 27 de abril, fue al día siguiente y una vez localizada a la deriva un barco propiedad de Tomás G., frente a las costas del municipio Güímar, cuando se inició el rastreo por mar.
Desde ese día la zona de búsqueda se ha ido ampliando y si bien, los primeros días incluía la franja marítima desde donde fue hallado el barco hasta la punta de Anaga, posteriormente el rastreo se ha ido prolongando hacia el sur de la isla. No obstante, el entorno familiar de las niñas Olivia y Anna consideran que Tomás G. podría haber huido en algún barco hacia algún punto de Sudamérica o el Caribe, aspecto que no ha sido confirmado por los investigadores, que consideran que siguen abiertas todas las hipótesis.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Güímar, que ha abierto diligencias por un presunto caso de secuestro parental y que ha declarado secreta la investigación, decretó una orden de búsqueda internacional de Tomás G.