Temperaturas de récord que ya tienen consecuencias. En Lussat, Francia la falta de lluvia unida al calor ha obligado a trasladar 600 kg de peces de esta reserva natural a otros lagos para evitar que mueran, porque el nivel de agua disminuye cada día.
Ayer París alcanzó los 42,6 grados, la medida más alta desde que existen registros. Una segunda ola de calor que está provocando importantes problemas en el tráfico ferroviario. Los pasajeros de un tren que viajaba entre París y Bruselas fueron evacuados después de esperar varias horas por problemas en la catenaria, por eso en Bruselas estos técnicos revisan los raíles de las vías, porque el calor hace que se deformen poniendo en la circulación.
Precisamente por los rieles en Reino Unido están sufriendo ya cancelaciones y retrasos. Un mercurio con máximas históricas de las que se refugian en lagos y piscinas en Londres.