La Policía Local de Zaragoza ha vivido un particular episodio la tarde de este jueves al acudir ante la llamada de una okupa para poder entrar en el interior del piso donde vivía.
Los hechos ocurrieron en la calle Cerezo. Los agentes recibieron la llamada de la mujer que aseguraba que no podía entrar a su domicilio porque le habían puesto un candado en la puerta. Las autoridades se desplazaron hasta el lugar y allí la mujer confesó que estaba viviendo como una okupa.
Según el relato de la mujer, el dueño de la casa le había arrebatado las llaves del piso de manera violenta y después había puesto un candado para evitar que volviese a entrar. La mujer se quejaba de que tenía en el interior de la vivienda todas sus cosas y que además era diabética, por lo que no podía conger su insulina.
Los bomberos de Zaragoza lograron acceder al interior del bloque a través de un balcón y después consiguieron abrir la puerta de la calle, rompiendo el candado. La okupa pudo entonces acceder al domicilio, que estaba vacío.
La Policía municipal dio parte a la Policía Nacional de lo sucedido, y esta podría abrir diligencias contra el dueño del piso por un delito de coacciones.
Según recoge El Heraldo, la abogada del dueño del bloque asegura no entender cómo las autoridades han abierto la puerta a la okupa para que pueda volver a acceder al piso.